Priva la incertidumbre en obras de las salidas a Salamanca y Mil Cumbres

Si bien los trabajos fueron retomados, se ve poco personal y no se aprecia la presencia de maquinaria pesada, lo que hace dudar que las obras se terminen en los tiempos establecidos

Foto: Víctor Ramírez. Distribuidor de la Salida a Salamanca.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán 

Morelia, Michoacán. A más de un año y medio de intervenciones de gran calado en los principales accesos de la zona urbana de Morelia, autoridades municipales advierten falta de claridad en los procesos de conclusión y entrega de los dos distribuidores viales en construcción.

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Los distribuidores viales de las salidas a Salamanca y a Mil Cumbres tendrían que ser concluidos a partir de próximo 20 de abril, tal como marcan los contratos con las empresas constructoras.

En entrevista para La Voz de Michoacán, Pedro Núñez, secretario de Movilidad y Urbanismo de Morelia, explicó la preocupación que prevalece en términos de movilidad. Ambas obras han impactado directamente a cientos de miles de ciudadanos.

A poco más de 40 días de que se tengan que concluir las obras, la movilidad de las empresas constructoras en ambos puntos de obra es mínima, mientras que los avances en túneles y colocación de estructuras en los pasos a desnivel revelan el evidente retraso al cual tendrán que responder.

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"Tenemos un serio problema con los distribuidores porque generan un serio problema de movilidad. Estamos un poco condenados por la falta de claridad de cuándo se terminarán, cómo se terminará. Me parece que esas dos intervenciones nos pueden dar información necesaria para otras obras y ver si es lo que necesita la ciudad o no", manifestó el titular de la Secretaría de Urbanismo.

Los estudios de movilidad de días recientes revelaron que en el caso de salida a Mil Cumbres, la población que ingresa del oriente del estado y de fraccionamientos aledaños tardan hasta 1 hora con 20 minutos para avanzar el tramo de 300 metros, lo cual fue calificado como una condición dramática en términos de movilidad.

Los indicios de avances observados a simple vista permiten temer al municipio que las obras no serán entregadas en tiempo y forma, tal como se comprometió en su momento por parte del gobierno del estado.

"Al tiempo de terminación de lo mismo, que es importante que en toda intervención de este impacto fuera en tiempos muy específicos en informar al ciudadano de la molestia del periodo y terminarla en fechas establecidas. Creo que es un poco de sentido común si hay claridad o no. Yo confiaría que así pueda ser, pero al final del día estamos a un mes y medio de que ese plazo suceda y no parece que vaya a ser así", explicó.

Otro de los aspectos que buscará revisar el Ayuntamiento de Morelia es la efectividad de la obra en cuanto a solucionar los problemas de movilidad de la capital michoacana. Se estima que en cada uno de los distribuidores viales circulan al menos 300 mil automovilistas todos los días.

El secretario de Urbanismo y Movilidad señaló que los resultados obtenidos de ambas estructuras de más de 400 millones de pesos cada una marcarán la pauta sobre si la construcción de pasos a desnivel es lo que requiere la ciudad de Morelia.

A más de un mes de que se reactivaron los trabajos de construcción en los distribuidores viales de Morelia, el despliegue de trabajadores y de maquinaria pesada sigue siendo lento; menos de una docena de trabajadores por turno se observan en salida a Salamanca y salida a Mil Cumbres mientras que la presencia de maquinaria pesada es nula.

Las intervenciones de decenas de hectáreas permanecen en condición de obra negra con escaso avance desde octubre del 2021. A 40 días de que venzan los tiempos de entrega contractuales, la incertidumbre de los colonos se hace cada día más grande.

El reporte del gobierno de Michoacán es que la obra supera el 70 por ciento de avance hasta el último corte, se cuenta con la suficiencia presupuestal y la capacidad de la empresa constructora para concluir con los trabajos en los tiempos esperados.

En el caso de la salida a Mil Cumbres la situación no es distinta. Los trabajadores se cuentan en menos de una veintena y la ausencia de grandes máquinas y materiales de construcción generan incertidumbre entre los comerciantes y vecinos de la zona.