“Te extrañamos mamá”, “Mis ojos no dejan de llorar tu partida”: granadazos del S15/2008 aún calan

María de Jesús, sobreviviente, comparte sus heridas: “No perdí la extremidad al momento, me la dejaron pero poco tiempo después me la tuvieron que amputar…”.

Omar Cuiriz / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. A 15 años de la noche trágica el 15 de septiembre de 2008, el dolor provocado por los granadazos aún cala entre los morelianos, sobre todo en los familiares de las víctimas mortales y en aquellos que sobrevivieron, pero viven con las secuelas físicas y emocionales.

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“Te extrañamos, mamá”, “En memoria de mi madre, amiga, maestra, confidente, leal, de mis días; aún mis ojos no dejan de llorar tu partida. Tu esposo e hijos te extraños mucho”, se lee en las ofrendas que han colocado esta mañana en la plaza Melchor Ocampo y cuadras más adelante, sobre la avenida Madero, cerca de Quintana Roo.

La profesora Leticia Tapia y Gloria Álvarez Bautista son recordadas con su fotografía, pero también todas las víctimas directas, y la placa conmemorativa en la Melchor Ocampo luce con flores, en ella está escrito: “Porque el espíritu del amor y de la justicia prevalecerá siempre sobre el odio y la violencia en el corazón de los michoacanos. En memoria de las víctimas del atentado del 15 de septiembre del 2008”.

María de Jesús, sobreviviente, comparte sus heridas

La señora María de Jesús, necesita una prótesis para su pierna. Es una de las víctimas que sobrevivieron a los granadazos la noche de aquel 15 de septiembre, una de las más crueles de las que se tenga registro. Ella padece afectaciones en el ojo y oído derechos y la pérdida de una de sus piernas.

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A 15 años de ese ataque calificado como terrorista, María confiesa que necesita una prótesis, sin embargo, tiene años solicitándola y aún ve lejano que sea una realidad.

“No perdí la extremidad al momento, me la dejaron pero poco tiempo después me la tuvieron que amputar por las heridas; me dieron una férula, pero ya no me queda, necesito una nueva, pero pues no, no me la han podido dar”, señala luego del evento que se realiza cada año en honor a las víctimas en Plaza Melchor Ocampo.

Ella viene acompañada de su familia, quien la apoya para moverse en su silla de ruedas; lamenta que apenas se ha reunido dos veces en dos años con la actual administración.

Las víctimas que perdieron una extremidad, reciben un apoyo un poco mayor, pero a mí no me han dado ese apoyo, no estoy en ninguna lista, yo les pido que nos atiendan, ya sin muchos años de sufrimiento, de vivir todos los días con esto”.

Confesó que recibió una casa, misma que ella tendrá que pagar cuando reciba la reparación del daño, pero que no cree que eso sea pronto, “mientras viviré con el apoyo que tengo pero que no es el que me corresponde”.