Reactivarán la Policía Ambiental en la zona de la Monarca

Entre la Policía Ambiental y la Procuraduría Ambiental del Estado se busca reforzar la estrategia contra el cambio de uso de suelo en la zona de la Monarca

Foto: Archivo.

Redacción/ La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. El Gobierno del Estado relanzará la Policía Ambiental en la región donde se ubican los santuarios de la mariposa monarca para la preservación de ésta, y el hábitat al que llega año con año.

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El cambio de uso de suelo en la biosfera sigue siendo uno de los males que acecha, pese a los programas anunciados por el gobierno.

Entre la Policía Ambiental y la Procuraduría Ambiental del Estado se busca reforzar la estrategia contra dicho fenómeno.

De acuerdo al último reporte del gobierno federal, el cambio de uso de suelo en la zona de la Monarca se incrementó 42 por ciento al pasar de 0.6 hectáreas durante la temporada 2016-2017 a 1.4 en 2017-2018.

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Pero este año, la tala ha seguido acechando esta zona, y en la mayoría de los casos se busca hacer cambio de uso de suelo para sembrar aguacate.

En mayo pasado, en el municipio de Ocampo, fueron taladas cerca de tres hectáreas de la Reserva de la Biósfera.

Ya llegó la monarca

A finales de octubre comenzaron a llegar las primeras mariposas al oriente michoacano, sin embargo, los santuarios en Michoacán y el Estado De México abren oficialmente a partir del 17 de noviembre.

En el ejido El Rosario donde se encontró la colonia más grande, con una cobertura de 2.46 hectáreas o el 40 por ciento de la superficie total.

Durante la temporada invernal 2018 a 2019 se tuvo una cobertura de 6.05 hectáreas en bosques de Michoacán y Estado de México, lo que representó un crecimiento del 143.95 por ciento, respecto de las 2.48 hectáreas de cobertura registradas en la temporada 2017 a 2018.

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Cada año, las mariposas llegan procedentes de Canadá y Estados Unidos, tras un recorrido de más de 4 mil kilómetros.

Aunque los lepidópteros llegan a tierras mexicanas en busca de refugio y alimento durante la temporada invernal, los purépechas y los mazahuas creían que ellas eran las almas de sus difuntos, que durante un breve momento tenían permitido convivir con sus deudos, en coincidencia con la celebración pagano-religiosa de Día de Muertos.