Sectur intenta registrar ante el IMPI celebración de Año Nuevo purépecha; comunidades lo reprochan

K’uínchekua es un término de la lengua purépecha. Es un concepto que da sentido a la espiritualidad ancestral, su traducción no es fiesta, como lo interpreta el titular de la Sectur

Foto tomada de Facebook "La Gente de 11Pueblos Michoacán 'Eraxamani'".

Angélica Ayala / La Voz de Michoacán

Pátzcuaro, Michoacán. El Consejo Purépecha del Año y Fuego Nuevo están solicitando al gobierno del estado, específicamente a la Secretaría de Turismo, que desista de registrar ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) la Kurhíkuaeri K'uínchekua como un producto turístico, por lo cual, también pide el respeto a esta festividad que realizan cada año y hermana a las cuatro regiones indígenas de Michoacán, que es el encendido del Fuego Nuevo y la bienvenida del Año Nuevo purépecha.

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Con un documento que entregaron al Gobierno del Estado, firmado por Rocío Próspero Maldonado y Pedro Victoriano Cruz, representando al Consejo, señalan: “Exigimos de usted, señor gobernador, y de usted, señor secretario de Turismo, la acción de desistimiento del citado proceso. No estamos de acuerdo, porque no existió una consulta, mucho menos una autorización para el efecto de parte del pueblo purépecha de Michoacán”.

Foto: La Voz de Michoacán.

La K’uínchekua, “Nuestra Fiesta”, fue presentada el pasado marzo con la diversidad cultural, gastronómica, musical y artesanal de los pueblos originarios de Michoacán, conjuntando la tecnología, luz y sonido, así como un video mapping con un recorrido histórico de este estado, actividad que se realizó a un costado de las yácatas en el municipio de Tzintzuntzan, mismo que fue promocionado como un nuevo producto turístico por parte de la Sectur del estado. El evento fue todo un éxito, ya que sobrepasó por mucho las expectativas de asistencia que 5 mil personas.

En él participaron artistas locales de las regiones purépechas de Michoacán, demostrando sus tradiciones como el Corpus, el martes de Carnaval, las pirekuas y los abajeños, además de festividades propias de sus comunidades. Se cuidó cada detalle del vestuario tradicional de cada uno de los danzantes y músicos, así como los aditamentos que se requirieron en cada una de las presentaciones, que por tres días deleitaron los sentidos de quienes asistieron al espectáculo.

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Es por ello que el Consejo se manifestó en contra de que se registre como un producto turístico, con el argumento de que K’uínchekua “es un término de la lengua Purépecha. Es un concepto que da sentido a la espiritualidad ancestral, su traducción no es fiesta, como lo interpreta el titular de la Secretaría de Turismo en el estado, en total desconocimiento hacia nuestra lengua originaria”.

De tal manera que denunciaron que la palabra pretenden utilizarla como para uso de turismo, “al haber solicitado el registro de marca y registro de aviso comercial ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual bajo los expedientes 138815 y 2710580, lo anterior para la organización de eventos recreativos y producción de espectáculos utilizando elementos de nuestra cosmovisión: música, danza, gastronomía, ritos y ceremonias”.

Asimismo, entregaron un documento a Alfredo Rendón Algara, titular del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, exponiendo los argumentos ya comentados, solicitando que sea negado el registro de la K’uínchekua que ha solicitado por las autoridades gubernamentales.

El Consejo Kurhíkuaeri K’uínchekua (CKK) exige a las autoridades que respeten las normas nacionales, así como los instrumentos jurídicos internacionales que salvaguardan el derecho a la presentación de las culturas y todos los elementos que constituyen nuestra cultura e identidad y advertimos que no estamos dispuestos a ser utilizados como viles productos mercantiles”


La celebración del Kurhíkuaeri K’uínchekua (Fuego Nuevo) es una de las más importantes que realizan los pueblos indígenas de Michoacán en sus cuatro regiones purépechas: Ciénega de Zacapu, región Lacustre, Cañada de los Once Pueblos y Meseta Purépecha se reúnen para iniciar un nuevo ciclo de vida con el encendido del Fuego Nuevo.

El 1 de febrero, justo cuando la constelación de Orión está a la mitad de su trayecto el Fuego Nuevo es encendido, la hoguera arde en lo alto de la pirámide y con ello inicia el Nuevo Año purépecha. Otro de los significados que se da a esta tradición es el inicio del ciclo agrícola. El ritual está dedicado al dios del fuego Kuricaveri o Kurhíkuaeri.

El 31 de enero la población espera a los cargueros y habitantes, donde se realizó la celebración un año anterior, para recibir el Fuego Viejo, donde lo resguardan durante todo el día y la noche. Los cargueros realizan una caminata días previos para llegar la fecha que indica el calendario, un día antes de prender el Fuego Nuevo, con ellos llevan el Fuego Viejo que han resguardado durante un año.

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