Se acumulan las quejas ante la CEDH por la falta de medicamentos en el estado

Adultos mayores y pacientes con enfermedades crónico degenerativas han sido los más afectados por la falta de medicinas en el IMSS y el ISSSTE

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Falta de medicamentos para atención de enfermedades crónico-degenerativas se evidencian durante las últimas semanas en Michoacán. El cierre de hospitales para asuntos que no sean COVID-19 ha dejado a ciudadanos sin sus medicamentos.

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Lo anterior ha quedado asentado en las actas de quejas ciudadanas interpuestas en la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH). En las últimas semanas, desde que inició al periodo de cuarentena, se han destacado 13 quejas ante el organismo.

En entrevista, Uble Mejía, encargado de despacho de la CEDH, afirmó que al ser competencia federal la falta de medicamentos y la no atención, se han redirigido a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el ISSSTE en Michoacán son las dependencias que se encuentran señaladas ante el organismo garante de los derechos humanos.

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Son los adultos mayores los más afectados en esta entidad y quienes más han buscado acercarse a la Comisión para hacer valer su derecho al acceso a los medicamentos.

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“Tengo 13 quejas en lo que va de la contingencia, algunas del IMSS y otras del ISSSTE, porque se quejan sobre todo los de la tercera edad por la falta de medicamentos. Esta es una competencia de la Comisión Nacional (de los Derechos Humanos), se ha interactuando con ellos y se han canalizado las quejas para su pronta atención”, aclaró.

Ha trascendido que debido a la emergencia se ha tenido que priorizar a los hospitales que atienden este padecimiento en Michoacán, por lo que se abastece de insumos al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), sobre todo los hospitales de Morelia, Charo, Zacapu y Lázaro Cárdenas. Se explica que las clínicas rurales también serán atendidas, así como las zonas donde se tengan casos de COVID-19.

Desde el inicio de la pandemia se han establecido hospitales regionales como puntos en donde se atenderán exclusivamente los casos del nuevo coronavirus. No obstante, la atención de medicina familiar y otros padecimientos ha quedado en duda para miles de personas.

En Morelia, uno de los casos señalados fue la clínica del ISSSTE ubicada al norte de la ciudad, en donde desde la entrada al recinto se niega el acceso a los derechohabientes y se señala que la entrega de medicamentos no está disponible. En el lugar no hay información visible sobre en dónde se pueden acceder a los medicamentos comprometidos.

La vulnerables, preocupados

Los adultos mayores en la entidad son el grupo más vulnerable, sobre todo en términos de que la política pública no ha cubierto necesidades específicas para su bienestar. Se estima que, en Michoacán, un 83 por ciento de los adultos mayores no tienen acceso a una pensión y aún se requiere extender la cobertura para su protección, además de generar espacios de interacción para los adultos mayores, señalaron los especialistas.

De los 510 mil adultos mayores que hay en la entidad, 60 mil están en algún sistema pensionario del ISSSTE, IMSS o Pensiones Civiles del Estado, cifras que revelan que el 90 por ciento de los adultos mayores está en la indefensión en cuanto a la salud pública. Si bien se han incrementado los programas federales con la administración federal actual, la vulnerabilidad sigue siendo el pan de cada día en las diferentes regiones del estado.

De un millón 600 mil derechohabientes que tiene el IMSS en régimen ordinario, más de 100 mil padecen diabetes y la mayoría de ellos son hipertensos, es decir que la sexta parte padece enfermedades asociadas con la obesidad y el sobrepeso.

A lo anterior se suma una cantidad importante de población con problemas como insuficiencia renal, padecimientos cardiacos, menores con diabetes y una gran cantidad de población cuya salud está comprometida a la disponibilidad de los medicamentos.

Incluso pacientes con enfermedades como la artritis reumatoide han sufrido las consecuencias de la falta de disponibilidad del medicamento y de los altos costos que pueden alcanzar en el sector privado.