No había desconfianza a exgobernadores: FCH; hubo fallas en caso de “El Chayo”

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Foto: EL Universal.

Jorge Manzo/La Voz de Michoacán

Morleia, Michoacán . El expresidente de México, Felipe Calderón Hinojosa aclaró que él en lo personal no desconfiaba de los exgobernadores del estado, pero admitió que tenía la información clara de los compromisos que debían cumplir.

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Yo partía de la premisa de la buena fe, ellos no querían correr riesgos ni pagar costos. Faltó voluntad política”, admitió Calderón al negar que la estrategia de seguridad que impulsó en Michoacán tuviera fallas, de manera concreta al dar por muerto a Nazario Moreno González, “El Chayo”, el jefe de la Familia Michoacana, y posteriormente de los Caballeros Templarios.

Si se revisan los boletines y comunicaciones claramente se dice lo que se recibía. Se dijo en ese momento que había indicios para presumir su muerte (de El Chayo), y no se daba por cierto, se tenían indicios. Se tenía la certeza de que había participado en un enfrentamiento cruento en Apatzingán, según las telecomunicaciones que teníamos intervenidas”.

Agregó: “En la intervención de la comunicación del grupo delictivo se hablaba de que habían herido y había muerto Nazario, y más tarde también se confirmó que los Templarios habían fabricado una tumba con el nombre de Moreno González en el lugar en donde él operaba. Eran los indicios que se tenían sobre este hecho” ocurrido en 2010 en la región de Tierra Caliente.

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En aquel momento, el Gobierno de la República había referido que, tras horas de enfrentamientos, se detectó con un dron un impresionante convoy de camionetas en la Sierra Madre del Sur. Después, un helicóptero de la Policía Federal alcanzó al comando, lo que provocó el enfrentamiento. Después, se dijo que el también llamado “Doctor” murió en la refriega.

Michoacán estaba capturado por el crimen: Felipe

Felipe Calderón expresó que Michoacán, aparte de sus problemas centrales, según informes que proporcionó el exgobernador Lázaro Cárdenas Batel y el propio Centro de Investigación en Seguridad Nacional (Cisen), referían que se vivía el acoso de la Familia Michoacana; en ese momento se vivía “la captura” del estado y de la autoridad a través de estos grupos.

Ante las evidencias tan claras, y la solicitud tan expresa del Gobierno del Estado, y que ya había solicitado al gobierno anterior (de Vicente Fox Quezada), decidimos intervenir para combatir el flagelo, así como el secuestro, la extorsión, el tráfico de estupefacientes y rescatar la autoridad”, recordó Calderón Hinojosa, quien en 2007 en Apatzingán encabezó la puesta en marcha del Operativo Conjunto Michoacán.

Argumentó que el plan de seguridad funcionó en muchos lugares del país y enlistó como ejemplos a Tijuana, Ciudad Juárez y en la zona metropolitana de Nuevo León. “En estos tres casos se redujeron los homicidios en casi un 80 por ciento”, pero aclaró que dieron resultados “porque los gobiernos locales pusieron y cumplieron con su parte”.

Calderón gobernó entre 2016 y 2012. Él llegó al poder bajo las siglas del Partido Acción Nacional, al que renunció el año pasado por las pugnas internas que comenzaron a crecer tras la segregación a Margarita Zavala para la candidatura a la Presidencia de México.

La evolución de la criminalidad

México "estrenó" una de las eras más sanguinarias de estos tiempos modernos con el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa. Él asumió en diciembre del 2006, pero para ese entonces el modus operandi de la delincuencia no cobraba las dimensiones de ahora.

De acuerdo con especialistas, el narcotráfico se fue diversificando al pasar de la venta de enervantes al negocio del secuestro, cobro de piso y hasta el huachicoleo, la ordeña de ductos y el robo de pipas cargadas de combustibles, que hasta 2018 dejó una pérdida de 60 mil millones de pesos.

Así como el michoacano Felipe Calderón inició su administración con su plan en contra de la delincuencia organizada, el presidente Andrés Manuel López Obrador lo hizo con el robo de combustibles que al paso del tiempo fue cobrando dimensiones significativas en perjuicio al erario.

El gobierno de Felipe Calderón Hinojosa se "inauguró" con una estrategia en contra del crimen organizado. En su tierra natal, ataviado con chamarra y gorra de general, puso en marcha el Operativo Conjunto, mismo que desde que inició tuvo a detractores al afirmar que fue mal planeado y se sentaron las bases para la violencia generalizada en todo el país, sin embargo, fue el primer combate frontal en contra de los generadores de la misma.

Sin embargo, esa cifra se superó con el gobierno de Enrique Peña Nieto. Los muertos ascendieron a 124 mil muertos, por lo que resultó más sanguinario su periodo. En tanto, en el primer mes del año del gobierno de Andrés Manuel López Obrador se registraron más de 600 asesinatos, cifras que fueron rechazadas por el propio mandatario. En tanto, con Peña Nieto en ese mismo periodo ascendían a más de 500 personas ejecutadas.

Con Peña Nieto, se multiplicaron las células delictivas. Por lo menos nueve organizaciones delincuenciales aparecieron, y otras se fortalecieron, lo que provocó que la estrategia de Calderón continuara, aunque aseguraron que sería atendiendo también la prevención del delito. Dos de los cárteles tenían sus orígenes en Michoacán: La Familia y los Caballeros Templarios.

Foto: Notimex. Con Peña Nieto, se multiplicaron las células delictivas. Por lo menos nueve organizaciones delincuenciales aparecieron, y otras se fortalecieron.

Esta es la primera de cuatro partes de la entrevista exclusiva con el expresidente de México, Felipe Calderón Hinojosa.