Alpinistas logran mayor reto del Himalaya: escalar el Annapurna III es un reto suicida; perdieron 13 kilos

3 alpinistas ucranianos lograron una de las hazañas más importantes del alpinismo al subir a la cima del Annapurna III con solo 40 kilos de material y comiendo barritas energéticas.

Redacción / La Voz de Michoacán

Nepal. La montaña Annapurna III es una de las montañas más altas del mundo, se posiciona en el lugar número 42 de todas ellas con 7 mil 545 metros de altura, muchos alpinistas habían querido lograr la hazaña de llegar a la cima, pero por más de 40 años nadie lo había podido lograr,  hasta el día de hoy.

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Varios escaladores habían intentado conquistar la gran montaña y posarse en lo más alto de ella, sin embargo, muchos se quedaron a un paso, unos más murieron y otros simplemente renunciaron  al saber que no lo lograrían. En 1981 Nick Colton, Steve Bell y Tim Leach, tres alpinistas de origen británico, solo lograron llegar a los 6 mil 500 metros y después abandonaron el sueño, pues mencionaron que eso iba más allá de sus límites.

Otras figuras importantes como Hansjorg Auer, David Lama y Jess Roskelley, fallecieron cuando intentaban escalar esta montaña, en el 2016 una avalancha los arrastró cuando ellos se encontraban escalando, haciendo que los tres hombres perdieran la vida al momento.   

El Annapurna III se encuentra en Nepal, y ha sido el lugar en donde muchas vidas se han perdido a lo largo de los años,  pues es una montaña de difícil acceso, ya que tiene unas pendientes muy peligrosas, bloques gigantes de hielo y hasta roca podrida.

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Nikita Balabanov, Mikhail Fomin y Viacheslav Polezhaiko son los nombres de los tres alpinistas ucranianos que lograron lo que nadie había logrado desde hace más de 40 años, subir a la cima del Annapurna III, poniendo su nombre en lo alto del mundo del alpinismo.

Cabe destacar que los tres escaladores no son profesionales y no fueron patrocinados por nadie, cosa que hace aun más grande su logro. La manera en la que consiguieron subir a la montaña fue gracias a su fuerza, su técnica y la idealización de una estrategia que muchos tildaron de suicida.

Con 40 kilos de material, los hombres se aventuraron a esta difícil misión, calcularon que para escalar por la ruta que habían planeado y descender de la montaña necesitarían al menos 12 días, sin tener en cuenta que no tenían ninguna idea de cómo iban a bajar, pues si lo hacían por donde ascendieron, el descenso sería imposible debido a su tremenda dificultad.

Los 12 días se convirtieron en 18, la comida no les alcanzó y se mantuvieron comiendo una barrita energética y media al día durante una semana, perdieron alrededor de 13 kilos y afortunadamente solo tuvieron unas leves congelaciones en los dedos de la mano.

Tras haber realizado lo imposible, el trio de alpinistas no encontró un lugar por el que pudieran bajar, así que no podían establecerse en su campamento base, y en medio del colapso, decidieron llegar hasta la vértice sur de la montaña para que un helicóptero pudiera ir por ellos.

Azotados por fuerte rachas de vientos helados lograron llegar al sur del Annapurna III, siendo rescatados por un helicóptero que los llevó hasta Katmandú.

Al final, los alpinistas bautizaron el camino por el que lograron subir como “La ruta de la paciencia”.