Demolerán la torre Nakagin en Tokio, un edificio donde las personas podían vivir dentro de una cápsula

La torre Nakagin Capsule fue diseñada por el arquitecto Kisho Kurokawa que fue inaugurada en 1972 en Tokio y cada una de sus capsulas funcionaba como una pequeña residencia u oficina.

Foto: EFE

EFE / La Voz de Michoacán

Tokio, Japón. Decenas de personas merodearon hoy cámara en mano en torno a la icónica torre residencial de oficinas Nakagin Capsule de Tokio para inmortalizarla en la víspera del inicio los trabajos de demolición, que se espera que se prolonguen al menos hasta finales de año.

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Varios avisos de obra repartidos alrededor del edificio, desde la entrada al portal del complejo hasta la cerca blanca instalada alrededor del edificio el pasado febrero, indican el comienzo de las labores de desmantelamiento a partir del martes 12 de abril.

Foto: Twitter.

Los viandantes se detenían intermitentemente delante del complejo, disparando cámaras y móviles ante la noticia de la desaparición de una de las construcciones más representativas del movimiento arquitectónico del metabolismo.

"Es una pena que lo tiren", dijo a Efe una de las personas que se detuvieron hoy a fotografiar la torre, un japonés de mediana edad que se había enterado tiempo atrás sobre la demolición.

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La torre Nakagin Capsule permanecerá erguida en el paisaje urbano de la capital japonesa el menos un par de meses más.

Foto: Twitter.

Los trabajos que arrancan este martes se centrarán en una primera etapa en la retirada del amianto de las plantas inferiores hasta junio, antes de la demolición en sí del edificio, dijeron a Efe varias personas conocedoras de la hoja de ruta del desmantelamiento.

Está previsto que se instale una grúa donde hasta hace unos meses se encontraba un edificio adyacente de antiguas oficinas propiedad de grupo Nakagin, y donde hoy continuaban las labores de retirada de escombros y acondicionamiento del terreno.

Al menos una cápsula será extraída para su conservación, la A606, en el marco de un proyecto encabezado por la arquitecta Akiko Ishimaru. El habitáculo de apenas 10 metros cuadrados será reciclado en una caravana alquilable.

Por otro lado, continúan las conversaciones con museos para lograr preservar varias cápsulas más, según Tatsuyuki Maeda, del Proyecto de Preservación y Restauración de la torre Nakagin Capsule, aunque por el momento no se ha concretado nada.

El resto de las 140 cápsulas serán demolidas.

"Creo que es un terrible error. En aras de la construcción moderna terminamos deshaciéndonos de cosas realmente valiosas", opina Yassmine Eladib, una joven marroquí de 27 años residente en Japón, aficionada a la arquitectura, que se acercó a inmortalizar con su objetivo el edificio.

La torre "simboliza una perspectiva muy singular", dice Eladib, la del movimiento metabolista en el que se enmarca el edificio, concebido por Kisho Kurokawa (1934-2007), que era uno de los pocos exponentes todavía en pie de la corriente arquitectónica.

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Nakagin Capsule, concluido en 1972 y compuesto en realidad por dos torres conectadas, está formado por módulos o cápsulas prefabricadas diseñadas como unidades autónomas que debían ser retiradas o sustituidas de forma individual cada 20 o 25 años.

Ninguna de las cápsulas llegó a sustituirse nunca por su alto coste y complejidad técnica, y el paso natural del tiempo, entre otros factores, terminaron deteriorando enormemente la estructura.

Los planes de demolición del bloque se remontan a 2007, tras la muerte de Kurokawa. La crisis financiera global arrastró a la quiebra a la empresa que iba a encargarse y el futuro de la torre quedó en el aire durante más de una década, hasta que, tras varios intentos de rescate, se determinó su demolición para 2022.