Sanciones de Occidente hacia Rusia, insuficientes para frenar el conflicto en Ucrania: especialista

En Estados Unidos y en Europa hubo críticas a la decisión de los gobiernos de aplicar un castigo calibrado y escalonado sobre Moscú ante el nivel de agresión desplegado por Vladimir Putin

Foto: EFE

Redacción / La Voz de Michoacán

Washington. Daleep Singh, uno de los asesores económicos del presidente Joe Biden, explicaba y respondía preguntas de los periodistas en la sala de prensa de la Casa Blanca sobre el alcance del “primer tramo” de sanciones de Washington a Moscú por la invasión a Ucrania ordenada por Vladimir Putin. El escepticismo tardó poco en aparecer. “¿Qué hace falta para que sancionen directamente a Putin?”, fue una de las preguntas. Otra: “¿Qué le da confianza de que las sanciones que vengan pueden disuadir o prevenir una mayor invasión y agresión rusa a Ucrania?”. Y una más: “¿Por qué creen que las sanciones van a frenar a Putin?”.

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“Lo que queremos hacer es evitar una invasión a gran escala. Muerte y destrucción en Ucrania, devastación para el pueblo ucraniano”, fue una de las respuestas que dio luego la vocera de Biden, Jen Psaki. “Y lo que pasa con las sanciones es que funcionan con el tiempo. No son un fin. No están destinados a ir a tope al principio. Son duraderas y sostenibles, y están pensadas para exprimir”, completó.

19-02-2022 Un soldado, del ejército ucraniano, camina por las ruinas de una antigua fábrica en la línea del frente, a 19 de febrero de 2022, en Avdiivka, Oblast de Donetsk (Ucrania). POLITICA Diego Herrera - Europa Press

La estrategia occidental de imponerle sanciones a Putin de manera calibrada y escalonada fue recibida con una ola de dudas y críticas a ambos lados del Atlántico. Los reparos a la ofensiva que se coordinó hasta el último detalle entre Washington y las capitales europeas se resumen en dos puntos: el castigo fue demasiado leve, y para muchos es evidente a esta altura que será inocuo para Putin, y no servirá para evitar una invasión total a Ucrania.

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En Washington, las primeras críticas despuntaron entre los republicanos, quienes, salvo por el expresidente Donald Trump -que elogió la movida de Putin, a quien tildó de “genio”, “inteligente” y “astuto”- y el resto de su tropa, se han mostrado alarmados por el avanza de Putin y se han plegado al esfuerzo de la Casa Blanca para intentarle ponerle límites a Moscú y prevenir una ofensiva más amplia.

“Demasiado poco, demasiado tarde”, resumió el senador Ben Sasse, una de las figuras moderadas de la oposición que votó a favor de la destitución de Trump por la insurrección al Capitolio, una postura compartida por otros legisladores en el Capitolio. El senador Marco Rubio, miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, dijo que Estados Unidos estaba “perdiendo el tiempo en sanciones incrementales y simbólicas” porque ya se sabe que Putin tomó la decisión “irreversible” de avanzar sobre Ucrania.

Nikki Haley, quien fue embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas durante el gobierno de Trump, dijo que Biden no había cumplido con su promesa de responder de manera “rápida y severa” a una agresión de Rusia.

“Ucrania es una prueba para la determinación de Occidente. No se trata solo de Putin. Los comunistas chinos y los jihadistas iraníes también están observando. Es un gran momento de liderazgo para Biden. Hasta ahora, está fallando”, dijo Haley en Twitter.

Medidas “draconianas”

Algunas de las mismas críticas se escucharon entre los parlamentarios británicos luego de que el primer ministro británico, Boris Johnson, anunció las primeras medidas de castigo contra Putin. Johnson dijo que se trataba de medidas “draconianas”, pero las objeciones al peso de las sanciones llegaron por izquierda y por derecha.

Tom Tugendhat, presidente conservador del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes, dijo las medidas adoptadas podían “malinterpretarse como que una vía libre en una etapa temprana, en lugar de trazar una línea clara que no debe cruzarse”, según consignó el periódico británico Financial Times. Sir Keir Starmer, líder laborista, dijo entender las razones por las cuales se había optado por una estrategia calibrada y escalonada para las represalias contra Putin, pero a la vez enfatizó: “Ya se ha cruzado un umbral. Una nación soberana ha sido invadida”.

La Casa Blanca defendió el “primer tramo” de sanciones al destacar el cepo financiero a Moscú para acceder a dinero fresco en Estados Unidos y Europa, una medida inédita, y la suspensión del gasoducto Nord Stream 2, un duro revés para las exportaciones energéticas rusas a Europa. La estrategia desplegada busca también una ventana –aunque sea mínima– para una desescalada.

“Y permítanme ser totalmente claro: ninguna institución financiera rusa está a salvo si continúa la invasión. Estamos listos para presionar un botón para tomar medidas en las dos instituciones financieras rusas más grandes, que colectivamente poseen casi 750.000 millones de dólares en activos, o más de la mitad del total en el sistema bancario ruso”, adelantó Singh.

“Este fue el comienzo de una invasión, y este es el comienzo de nuestra respuesta. Las acciones que tomamos fueron solo el primer tramo”, insistió.

Edward Fishman, un alto funcionario de sanciones del Departamento de Estado abocado al diseño y la implementación de sanciones durante la administración de Barack Obama, dijo en Twitter que era la primera vez que Estados Unidos imponía las sanciones financieras más duras sobre bancos estatales rusos, una señal de que el gobierno de Biden está dispuesto a ir contra el sistema financiero público ruso si es necesario. Fishman llamó al primer tramo de represalias “la punta del iceberg”.

“Si Putin intensifica su agresión, espero que esta acción sea solo la punta del iceberg. Da la señal de lo que está por venir, más sanciones a los bancos rusos más grandes, y demuestra una unidad impresionante entre Estados Unidos y la Unión Europea. Aquí está la esperanza de que Rusia retroceda y no sean necesarias más sanciones”, indicó Fishman.

Con información de La Nación.