Declaran culpable a policía por muerte de joven afroamericano en EUA

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Foto: Tomada de Internet. Un estadounidense que estudiaba medicina en Mexico y que atentó con arma de fuego contra un exfuncionario.

Notimex/La Voz de Michoacán

 

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EUA. Un policía anglosajón de Chicago fue declarado hoy culpable de homicidio en segundo grado y de 16 cargos de agresión con arma de fuego por la muerte del adolescente afroamericano Laquan McDonald, en un caso que estremeció a la opinión pública al difundirse el video del hecho.

Jason Van Dyke es el primer agente de la policía de Chicago en ser encontrado culpable de homicidio por un tiroteo en servicio en los últimos 50 años y podría enfrentar un mínimo de seis años de prisión cuando sea sentenciado por el juez estatal Vincent Gaughan.

Después de casi tres años de audiencias previas al juicio, los abogados de la defensa y de la fiscalía pasaron menos de tres semanas presentando sus casos. El jurado -integrado por ocho mujeres y cuatro hombres- tardó aproximadamente ocho horas en llegar a un veredicto.

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El 20 de octubre de 2014, Van Dyke le disparó 16 veces a Laquan McDonald, quien tenía 17 años. La muerte del adolescente pasó prácticamente inadvertida hasta que un juez ordenó en noviembre de 2015 que los funcionarios de la ciudad difundieran el video del tiroteo captado por las cámaras de la policía.

El video -tomado por la cámara colocada sobre el tablero de una patrulla- muestra al adolescente caminando alejándose de los policías por una calle de Chicago.

El agente fue declarado culpable de los 16 cargos de asalto agravado por cada balazo que le disparó a McDonald. El jurado lo absolvió de un solo cargo de mala conducta oficial.

Un puñado de manifestantes se reunieron este viernes en lugares públicos de la ciudad para ver cómo se desarrollaba el veredicto.

El asesinato del adolescente motivó a que el superintendente de la policía de Chicago, Carry McCarthy, fuera despedido y a que el Departamento de Justicia de Estados Unidos realizara una investigación que encontró que los agentes de la Policía de Chicago estaban mal capacitados.

Luego, días antes del inicio del juicio, el alcalde Rahm Emanuel anunció repentinamente que no buscaría un tercer mandato.