El mundo sabía que había riesgo de pandemia, pero nadie se preparó: representante de la ONU

Mami Mizutori, representante especial de la ONU para Reducción del Riesgo de Desastre, está confiada en que se haya aprendido la lección de cara al futuro

Efe / La Voz de Michoacán

Lisboa, Portugal. El mundo sabía que existía un “gran riesgo” de pandemia, pero no se preparó lo suficiente para prevenirla, aseguró a EFE la representante especial de la ONU para Reducción del Riesgo de Desastre, Mami Mizutori, confiada en que se haya aprendido la lección de cara al futuro.

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Mizutori participa en el Foro Europeo sobre reducción de riesgos que acoge desde hoy la localidad portuguesa de Matosinhos, donde se espera que 55 países firmen una hoja de ruta para avanzar en el Marco de Sendai, un instrumento aprobado en 2015 por los Estados miembros de la ONU para reducir los riesgos de desastres hasta 2030.

Entre los riesgos de ese acuerdo global estaban incluidas amenazas biológicas como la que causó la COVID-19, recuerda Mizutori. “Sabían que la pandemia vendría, que el riesgo pandémico era un gran riesgo”, afirma.

Aun así, el mundo no fue “suficientemente bueno” para prevenirla y no se implementó una buena gobernanza de riesgos, señaló la diplomática japonesa, no obstante, espera que se haya aprendido la lección.

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“Cuando hay un desastre, no te olvides de él. Piensa siempre sobre las lecciones que vinieron con ese desastre. No lo malgastes, úsalo como una lección para prevenir mejor el siguiente desastre. Espero que pase eso a partir de ahora”, aseguró.

La diplomática consideró que todavía es pronto para afirmar que se ha aprendido esa lección: “Sabemos lo que tenemos que hacer, pero podremos decir que hemos aprendido la lección cuando veamos que se ha convertido en políticas reales. Eso es algo sobre lo que tenemos que responsabilizar a nuestros políticos”.

Unión Europea, ejemplo de recuperación

La diplomática japonesa cree que la Unión Europea (UE) puede ser un ejemplo de recuperación tras la pandemia.

“Creo que la UE puede ser un ejemplo sobre cómo hacer que la recuperación de COVID-19 sea más resiliente, invirtiendo más en una economía verde y resiliente. Europa es un ejemplo para el mundo sobre cómo recuperarse de la COVID para no volver al lugar donde estábamos, sino a un lugar mejor”, afirma.

Además, la pandemia ha ayudado a “poner más foco en la emergencia climática”, que supone el “mayor riesgo” que enfrenta Europa, continúa.

“Si miramos los grandes desastres de los últimos 20 años globalmente, el 90 por ciento están relacionados con fenómenos meteorológicos extremos. En Europa estamos viendo más y más riesgos de catástrofes relacionadas con la emergencia climática”, y recuerda las inundaciones, incendios forestales y olas de calor de este verano.

“Incluso si nadie cree en la ciencia, lo que no es bueno, no puedes negar lo que pasa sobre el terreno”, añade.

El foro de Matosinhos es el primer evento para la región europea después de la COP26 de Glasgow, que dejó un sabor agridulce.

Mizutori concuerda con el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, en que faltó “compromiso” y “ambición”, pero considera que la “buena noticia” de la cumbre fue que se puso atención a lo importantes que son la adaptación y la resiliencia.

“Hay más conciencia de que tenemos que ayudar más a los países en desarrollo a adaptarse mejor. No hubo suficiente compromiso en términos del apoyo financiero y la cooperación técnica que deberían tener”, dice.

La “gran pieza que falta” es mayor financiación para la prevención, tanto en los presupuestos nacionales como a nivel de cooperación internacional.

“La gran mayoría del dinero va dedicado a lo que pasa en recuperación y reconstrucción. Si destinamos más dinero a la prevención podemos ahorrar mucho tras el desastre”, defiende.

En el foro de Matosinhos también se espera la firma de un “Compromiso de Prevención”, que incluya un “apoyo político cuantificable” para evitar desastres.

El evento, en formato virtual, reunirá a gobernantes, expertos, sociedad civil y otros actores en busca de compromisos para aumentar la resiliencia y prevención en Europa y Asia Central ante amenazas como cambio climático, pandemias o terrorismo.