COLECTIVO CIUDAD | Primarias: lugares incluyentes

Niñas y niños en el ámbito educativo se enfrentan a varias situaciones como: la deserción escolar, la violencia familiar, el aislamiento, el sedentarismo, la exclusión por condición de discapacidad y la exposición al contagio por el COVID

Raul Coria Tinoco

Con más del 90% de la población escolar mundial afectada por el cierre de escuelas por la pandemia, en Mexico se dio inicio en el mes de septiembre del 2021 el regreso a clases para el ciclo escolar 2021-2022, que según datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) podría darse el retorno de un aproximado de 24 millones de alumnas y alumnos que de manera presencial escalonada por el tema de pandemia COVID, estarían asistiendo a los planteles escolares de Educacion Básica de las 32 entidades federativas.

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En el caso de Michoacán, el pasado 13 de septiembre de 2021 se dio inicio a las actividades en esta modalidad presencial escalonada, con 968,437 alumnos de Educacion Básica en el Estado, en donde las primarias representan el 55.6%;  y que, de igual manera 156 planteles de Educación Especial se pondrían en marcha con un total de 16,676 alumnos, lo anterior según Principales Cifras del Sistema Educativo Nacional 2020-2021 elaborado por la Dirección General de Planeación, Programación y Estadística Educativa de la SEP.

Con este contexto, niñas y niños en el ámbito educativo se enfrentan a varias situaciones como: la deserción escolar, la violencia familiar, el aislamiento, el sedentarismo, la exclusión por condición de discapacidad y la exposición al contagio por el COVID. Con tales situaciones, el sistema educativo nacional contrae un compromiso enorme, ya que debe estar fortalecido en aspectos como la capacitación de la planta docente, la logística de operatividad ante el tema de pandemia y la infraestructura física como un facilitador de las dinámicas de enseñanza y aprendizaje, además de proporcionar la seguridad y las condiciones de igualdad al promover la eliminación de las barreras físicas y de actitud.

Derivado de lo anterior, una primaria perteneciente al sistema de educación público nacional en la ciudad de Morelia, ubicada en una de las colonias de la loma de Santa María, se encuentra operando con la dinámica presencial escalonada, en donde las aulas a la mitad de su ocupación reciben a las niñas y niños que, tanto en su interior como en los espacios abiertos, conservan la distancia social en respuesta al COVID.

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Además del COVID, existen condiciones específicas en situación de discapacidad como el caso de Julia, vecina y alumna inscrita en este plantel, que presenta una discapacidad motora, una PCI (parálisis cerebral infantil) cuadriparesia espástica, en donde están afectados los cuatro miembros y sus movimientos son muy rígidos. Ante esta situación los directivos y la planta docente dieron respuesta a los derechos de Julia a la educacion, pero con preocupación, dado que es la primera persona en esta situación que las escuela da servicio, además que la infraestructura física no facilita que Julia sea atendida adecuadamente.

En el tema de infraestructura, este plantel proviene del modelo de escuelas tipo CAPFCE (Comité Administrador Programa Federal de Construcción de Escuelas), este modelo fue insertado en los años 60’s y hasta la fecha se sigue replicando con algunas actualizaciones. El prototipo responde a una eficiencia técnico constructiva, de seguridad y bajo costo; es un prototipo a base de módulos construidos alrededor de un patio abierto que regularmente tienen techumbres a dos aguas; es el modelo típico que podemos observar en áreas urbanas y rurales de nuestro país, en donde no están consideradas de inicio las facilidades en cuestión de accesibilidad universal y para las personas con discapacidad. 

Es así, que con una dimensión de los Indicadores del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, referente a los “Servicios básicos, Infraestructura y Equipamiento escolar”, refleja que solo el 23.4% de la infraestructura está adaptada para discapacidad.

En cuanto a la normatividad aplicable a infraestructura física educativa ha ido actualizándose a partir de acuerdos tales como la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la Resolución A/RES/66/288 del 11 de septiembre del 2012, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad del 3 de mayo de 2008 y en la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad vigente, en donde se celebran compromisos para lograr el acceso universal a la educación primaria, destacando la necesidad de asegurar la igualdad de acceso a la educación para las personas con discapacidad.

Derivado de lo anterior, la normativa técnica federal aplicable en el territorio nacional, ha tenido avances en el tema de accesibilidad universal por parte del Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa (INIFED) quien está alineado a la SEP, el cual priorizo y actualizo en este 2021 en sus volúmenes 2 y 3, los temas de planeación, habitabilidad y funcionamiento, diseño arquitectónico, accesibilidad, mobiliario, entre otros.

Sin embargo, aunque la actualización en el ámbito de accesibilidad cuenta con varias aportaciones, llega sin entender la transversalidad y naturaleza del tema, que se maneja como “especialidad”, desperdiciando la oportunidad de mezclar los contenidos, es decir que la información referente a la accesibilidad y las personas con discapacidad, está independiente, lo cual propicia un manejo opcional de la información; la accesibilidad universal no es únicamente tema de personas con discapacidad.

Con los 11,416 planteles escolares de educación básica en el Estado, debemos entender que la facilitación de la infraestructura física educativa es fundamental para los grupos en situación de vulnerabilidad para propiciar además de un ambiente de enseñanza-aprendizaje, un lugar comprensible, usable e incluyente donde se presenten las condiciones de igualdad.

Existen estrategias y alternativas como la educación a distancia, que en la actualidad han permitido conservar los procesos educativos, pero para casos como el de Julia, terminan por aislar y complicar el desarrollo motriz, pedagógico, la interacción y con ello la estimulación social.

La pregunta no es si Julia debe ser incluida en esta escuela, sino como realizamos un ajuste razonable en cuanto actitud, atención y en infraestructura física para que verdaderamente pueda ejercerse el derecho a la educación para todos y con ello las alumnas, alumnos, docentes y todas las personas podamos aprender de la interacción de estas situaciones.

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