EDITORIAL

Hay varias cartas en la lista, pero pocas tienen la posibilidad de competirle a cualquiera de los proyectos oficialistas.

La otra carrera

El bloque opositor a la cuarta transformación ha comenzado la ruta para la sucesión presidencial y lo hacen muy tarde. La coalición “Va por México” ya está barajando sus cartas, con las que buscará hacerle frente a Morena-PT-Verde Ecologista. Si bien los tiempos electorales nos marcan que aún hay una larga distancia, el reloj nos advierte que ya ha comenzado la efervescencia y ha sido con mucha anticipación.

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Las corcholatas del grupo afín al presidente Andrés Manuel López Obrador ya llevan mucha ventaja y no sólo porque están en la plataforma más visible, sino porque su carrera la comenzaron desde hace varios meses, con la oportunidad de construir estructuras políticas y recorrer el país para dar mensajes. Sus opositores apenas prenderán motores, y el proceso que han definieron contempla un modelo muy similar al de la cuarta transformación.

Hay ventajas y desventajas para el bloque PRI-PAN-PRD. Una de las ventajas es que ya tienen más medido al “enemigo”, saben sus fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas, por lo que la definición de sus candidatos tiene un punto de partida. También, el no estar en el ejercicio de la función pública, los exime de responsabilidades y les da la comodidad para criticar, mientras que a las “corcholatas”, que representan el modelo que se calificará en la elección próxima, las pone en vulnerabilidad.

Las desventajas son claras para la oposición, pues además de que van muy tarde a la carrera, cuando ya están muy posicionadas las cartas oficialistas, con una desbandada de aspirantes que seguramente pegará en el ánimo social, y en las estructuras políticas, esto sin contar que el control político de los estados lo tienen gobernadores afines a la cuarta transformación, la popularidad del presidente López Obrador aún es alta, y los expertos coinciden en que influirá de manera significativa.

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Hay varias cartas en la lista, pero pocas tienen la posibilidad de competirle a cualquiera de los proyectos oficialistas. Sorpresivamente Xóchitl Gálvez se convierte en uno de los personajes que podrían competir sin problema a cualquier aspirante que represente a la cuarta transformación. Sobre los resultados, aún es prematuro para poderlos anticipar.