Audiencia

Aureoles atrapó la atención de los medios –y de paso de los creativos de los memes-. Se convirtió en tendencia nacional, y hasta cierta dosis de victimización alcanzó…

La Voz de Michoacán

Silvano Aureoles Conejo se apersonó en Palacio Nacional para solicitar audiencia con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Por donde se le vea, se antoja como una jugada estratégica y que políticamente logró su objetivo: atrapar la atención de la mirada del país.

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Era de suponerse que el presidente López Obrador no lo recibiría, más allá de cualquier filia o fobia que exista entre ambos. El tema que busca tratar el gobernador Aureoles es una papa caliente, que, de tocarla, terminaría quemándose, por lo que le dio una estupenda salida.

López Obrador le sugirió que esos temas fueran tratados en el tribunal electoral y ante la fiscalía general. Y no se equivoca. Ahí es en donde deben tratarse estos temas. El gobernador Aureoles plantea esta reunión, que debe ser de carácter personal, por la relevancia de la información a tratar.

Sin embargo, es obvio que a estos temas no se querrán meter –por lo menos públicamente- desde Palacio Nacional. Estarían dándole el beneficio de la duda a la denuncia que hizo el perredista, y, por tanto, estaría sostenido por pinzas el triunfo de Alfredo Ramírez, con quien se reunió hace unos días.

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Aureoles atrapó la atención de los medios –y de paso de los creativos de los memes-. Se convirtió en tendencia nacional, y hasta cierta dosis de victimización alcanzó, al no ser recibido por el presidente. Él anuncia que seguirá en su peregrinar, denunciando lo que dice ocurrió el 6 de junio.

Los tribunales electorales aún tienen tiempo –fijado por la propia ley- para poder resolver sobre la jornada del 6 de junio, y que está impugnada. Aún falta un largo transitar para conocer si se sostiene la constancia de mayoría entregada por el Instituto, se anula o qué procede. Aún falta mucho.

Mientras tanto, existen las condiciones para que las instancias de procuración de justicia puedan conocer y actuar en caso de que existan irregularidades, al margen del proceso a fin de que nada quede impune. Las cosas deben fluir de manera tersa y sin aspavientos. 

Esto es lo mejor para el estado y para el país. Que la gobernabilidad no penda de un hilo y que las instituciones se fortalezcan. Más allá del contenido de lo que el gobernador denuncia, la impugnación sigue su curso y en manos de expertos está el futuro de esta elección, y de las que han sido impugnadas.