En caída libre

Ya es impostergable una profunda reestructuración pedagógica y didáctica al interior de las aulas.

La Voz de Michoacán

Por fin manejan cifras oficiales sobre el número de alumnos en educación básica. La diferencia entre lo que se decía al cierre del ciclo escolar pasado y lo que se sostiene actualmente es aproximadamente de 200 mil estudiantes fuera de las aulas. Si todos ellos fundasen una ciudad, ésta sería la tercera más poblada de Michoacán, solo por debajo de Morelia y de Uruapan, pero por encima de Zamora.

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Una posible y real actualización de estas cifras daría un elemento clave para dimensionar la situación de desastre educativo que ha dejado fuera a tantos estudiantes, sólo contando educación básica. También, hay que recordar que en muchos programas educativos se asigna recurso conforme a matrícula, razón por la cual podemos inferir qué le pasó al dinero invertido en esos 200 mil estudiantes que simplemente ya no están.

Por otra parte, ya es impostergable una profunda reestructuración pedagógica y didáctica al interior de las aulas, se sabe que la pandemia sólo mostró las carencias que ya se tenían en los centros educativos y se suman al menos tres años de rezago en aprendizajes. Se esperaba que ya esta semana se reincorporara el mayor porcentaje de estudiantes a clases presenciales, sin embargo, no ha sido así. La Universidad Michoacana también avanza muy despacio.

El panorama positivo para la educación estatal depende en gran medida de los pagos atrasados que se tienen con los miles de trabajadores. Aparte de los daños que ha tenido el sistema a causa de la pandemia por la COVID-19, se imagina lo que se tiene que contabilizar por esta medida -muy respetable- tomada por las organizaciones sindicales que ya no confían en promesas de pagos.

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