CUARTO PODER | Fin al carnaval electoral

Lo que el país necesita es tener un presidente que, siendo fuerte, pero con limitaciones claras: de legalidad, de responsabilidad frente al electorado al abrirse la posibilidad de la alternancia…

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Etelberto Cruz Loeza

La democracia es la única fórmula legítima de elegir a los gobernantes, de integrar un gobierno representativo responsable. 

Manuel Camacho Solís

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La sociedad nacional está a 5 días de la jornada electoral, caracterizada por ciertos e inéditos factores:

1° Será la jornada más grande en cuanto al universo de ciudadanos empadronados.

2° Históricamente serán las elecciones con mayor cantidad de puestos de elección y representación electoral en disputa: 15 comicios constitucionales que cambiarán completamente los poderes ejecutivos – municipales y del estado – y legislativos. 

3° Proceso electoral enmarcado por la pandemia que obligó a realización de campaña política sui géneris, con aplastante uso de redes sociales, reuniones en línea, uso de aplicaciones electrónicas, aparente respeto a las recomendaciones de salud para evitar los contagios.

4° Enorme utilización y aparición de la ‘encuestitis’ - que llegó para quedarse y, prácticamente - sustituir a la tradicional política - no únicamente como herramienta para toma de decisiones, sino de indicador de opinión y decisión; muchas de ellas sin la autorización del organismo electoral y sin cumplir los requisitos normativos para su realización.

5° Proceso electoral carente de ideas fuerza, de ideas que muestren imagen de la llamada, y extrañada, Buena Política; de mensajes y símbolos que muevan la conciencia; comicios en donde la norma es llenar aplastantemente vialidades, medios de comunicación de masas - tradicionales y contemporáneas – y en contra partida, ante la ausencia de ideas, mensajes-símbolos, fotos con caras relucientes y sonrientes, con palabras que no dicen nada porque están vacíos de significado y mensaje. 

6° La sensible inseguridad y presencia de la delincuencia organizada que, como muestra, ha arrojado más de 150 crímenes de candidatos en varios estados. Desde 1994 es el proceso más sangriento. 

7° La constante, evidente e impune, intromisión en el proceso electoral, directamente, del titular del Ejecutivo Federal, agitador profesional, del 4 de abril al 15 de mayo, ha intervenido 110 ocasiones en el proceso comicial, además del uso de las instituciones de la República (Fiscalía General de la República, Senado, Unidad de Inteligencia Financiera y Sistema de Administración Tributaria) para presionar y hasta chantajear a candidatos con la finalidad, de destruir su imagen. Ejemplo: Nuevo León, Jalisco, Tamaulipas y el cómplice silencio de La Fiscalía Especializada contra Delitos Electorales.  Agustín Pinchetti inmovible en su zona de confort.

8° Es el proceso en el cual el titular del Ejecutivo Federal atacó con saña con la finalidad de demeritar y devaluar funciones y trabajo del Instituto Nacional Electoral, árbitro de la contienda. Amenaza sustituirlo, si pierde el 6 de junio.

9° La dirigencia nacional de morena elaboró y distribuyó Manual de Capacitación para sus representantes en casillas, que es todo un instructivo para alterar conteo de votos – en el caso de las coaliciones, contar 3 votos, no 1 -, entorpecer, desacreditar el proceso con el reclamo acostumbrado “fraude electoral” y, además, visitar a los funcionarios de casillas  con el propósito de presionarlos e  intimidarlos en el cumplimiento de sus responsabilidades, hechos que la legislación electoral expresamente prohíbe.

10 El fraude es imposible. Cualidad que el agitador presidente debe recordar, porque la elección la hacemos los ciudadanos, no los partidos. Y, si hay fraude, es porque los ciudadanos, funcionarios de todas las casillas, lo permiten, lo favorecieron.

Ciertamente hay mucho en juego, pero, sobre todo: el control y gobernabilidad de la H. Cámara de Diputados, la llave del sistema político mexicano y la continuidad de la llamada 4T, que nadie, ni su creador, sabe lo que significa, pero se oye bien.

Recuerdo párrafos de Manuel Camacho Solís: “¿Se conducirá la política con un proyecto de nación donde lo importante sea identificar los propósitos comunes y procurar que el ejercicio mismo de la política, en vez de ser un factor de división, sea el principal instrumento que cohesione la pluralidad de México? 

Lo que el país necesita es tener un presidente que, siendo fuerte, pero con limitaciones claras: de legalidad, de responsabilidad frente al electorado al abrirse la posibilidad de la alternancia, y de una realidad política que le exija tomar más en cuenta a su propio partido, a las otras fuerzas políticas, al Congreso, a la opinión pública y a las fuerzas sociales del país”.

“La gente no pide tanto. Lo que la gente quiere es que haya honestidad en el gobierno y que se hagan las cosas bien. Quiere que quienes ocupen los cargos públicos sirvan al pueblo y no se sirvan de los puestos. Que quienes gobiernen no se enloden con delitos y complicidades. Pienso que se debe gobernar, y no mandar”. Dr. Salvador Nava. (Citado en Cambio Sin Ruptura, Manuel Camacho Solís.)

La inmensa mayoría de los protagonistas políticos olvidaron un hecho político fundamental: mensajes cercanos a los ciudadanos, al pueblo, a la gente. ¿Qué le dicen los mensajes: ¡Por Morelia! Volvimos. ¿Y caras sonrientes? ¡Nada! En cambio, lean las siguientes ideas-fuerza y mensajes del morenista Isidoro Mosqueda Estrada, candidato a presidente municipal de Jacona: Transparencia y optimización de recursos públicos; capacitación y selección de policías para que sea segura y confiable; gestión de proyectos y créditos a pequeños comerciantes, industriales, agricultores; simplificación de trámites; trato digno en toda la administración municipal; disminución de salarios a PM., síndico, regidores y directores de administración; dotación de agua, luz y drenaje  en colonias que carezcan, en pleno siglo XXI, de estos servicios municipales; pavimentación de calles en todas las colonias;  apoyos municipales en especie y en efectivo para urgencias médicas y de salud para los más necesitados de la población; visitas constantes a las colonias, aparte del Día del Ciudadano.