García Harfuch recibió sobornos de hijos del Chapo en gobierno de Peña Nieto, declara capo en entrevista

Dámaso López Serrano, conocido como El Mini Lic, aseguró en una entrevista con Anabel Hernández que el aspirante al gobierno de la CDMX habría recibido dinero de los hijos de ‘El Chapo’

Agencias / La Voz de Michoacán

Estados Unidos. Con la promesa de hacer la Ciudad de México una de las urbes más seguras del país y Latinoamérica, Omar García Harfuch aspira a la Jefatura del Gobierno capitalino en las próximas elecciones de 2024. Pese a su trayectoria en corporaciones de seguridad, recientemente fue acusado de haber recibido sobornos de Los Chapitos, la facción del Cártel de Sinaloa liderada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

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En entrevista exclusiva con la periodista Anabel Hernández, el exnarcotraficante Dámaso López Serrano, mejor conocido como Mini Lic, reveló los presuntos nexos que Harfuch mantuvo con dicha organización criminal durante el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018), cuando se desempeñó como titular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC).

Indicó que los sobornos millonarios tuvieron que ver con el arresto de su padre, Dámaso López Núñez, alias El Licenciado, colaborador cercano del Chapo por más de una década y que actualmente se encuentra tras las rejas en Estados Unidos.

De acuerdo con López Serrano, Los Chapitos habrían sobornado a García Harfuch para detener su padre en el año 2017, pues lo querían fuera del negocio del narcotráfico, pese a su estrecha relación con el Cártel de Sinaloa.

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El dinero fue conseguido por Iván Guzmán Salazar, actual líder de Los Chapitos, quien pidió dos millones de dólares a un narcotraficante identificado como Gabriel Valenzuela para dárselos a Harfuch.

El Mini Lic señaló que de ese total, 800 mil dólares fueron entregados al titular de la AIC, 600 mil a El Pollito (secretario de El Licenciado que reveló su ubicación) y el resto se lo quedó Iván Guzmán.

“Él fue el que capturó a mi papá por un soborno de Los Chapitos, también detuvo a mi mamá, le sembró droga. Le robó a mi papá”, aseveró López Serrano sobre García Harfuch, quien hasta hace un par de semanas era el secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México.

Sobre estas acusaciones, el Mini Lic aseguró que Harfuch le habría robado cerca de dos millones de dólares a su padre, luego del operativo realizado por agentes de la AIC en mayo de 2017 en la colonia Anzures de la Ciudad de México, cuando se llevó a cabo su captura.

El dinero estaba dividido en dos lugares, en un departamento de El Licenciado y en un inmueble ubicado en Azcapotzalco. Sin embargo, no fue reportado ante la entonces Procuraduría General de la República (PGR) como parte de lo decomisado.

Para corroborar estos señalamientos, Anabel Hernández contactó a agentes de la Administración para el Control de Drogas (DEA) adscritos en esa época a la embajada de EEUU en México.

“Me confirmaron directamente esta semana que existen grabaciones de comunicaciones intervenidas por la DEA a grupos criminales mexicanos en las que detectaron un modus operandi de García Harfuch y su equipo para quedarse con dinero y droga encontrado en operativos que realizaba la AIC con información de inteligencia compartida por el gobierno norteamericano”, indicó Anabel en su columna publicada en Deutsche Welle.

Sin embargo, las intenciones de Harfuch —según Serrano— no solamente eran detener a su padre, sino matarlo a él mismo. “Ese era el acuerdo que había llegado con Los Chapitos. Que iba a hacer como que yo me defendí, que los ataqué, que los enfrenté y me iban a matar”, señaló en la entrevista realizada a principios de octubre en Estados Unidos.

Ante el temor de ser asesinado, el Mini Lic decidió entregarse a las autoridades estadounidenses en julio de 2017 en el puerto de entrada oeste de Calexico, California, un par de meses después de la captura de su progenitor. De esa manera, a sus 29 años fue extraditado al país vecino, pues era considerado como uno de los narcotraficantes de mayor rango en México.

Un año después, Serrano se declaró culpable ante un tribunal federal de Estados Unidos por cargos relacionados con tráfico de metanfetamina, heroína y cocaína. Debido su cooperación y acuerdo de culpabilidad, fue condenado a cinco años de prisión.

En 2022 obtuvo libertad condicionada y se convirtió en testigo colaborador, por lo que brindó información relevante sobre algunos jefes del Cártel de Sinaloa.