Cómo dialogar con tus padres y abuelos sobre la vacuna

La vacuna Sputnik V tiene un 91,6% de efectividad y es 100% efectiva para prevenir enfermedad grave por coronavirus, Pfizer/BioNTech reporta un 95% para prevenir infecciones sintomáticas, y la vacuna de Moderna, 94%

Foto: Víctor Ramírez.

Redacción / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Pese a que la página del registro para iniciar la vacunación en adultos mayores presenta fallas debido a la saturación y que aun no hay fecha de inicio, el gobierno federal asegura que en el país se busca inmunizar a este sector conforme haya disponibilidad.

A partir del pasado 2 de febrero se habilitó el sitio mivacuna.salud.gob.mx para registrar a las personas mayores a 60 años. Si bien la noticia ha sido esperada desde hace meses, por la alta tasa de mortalidad en este sector, algunos muestran resistencia por dudas llegando a afirmar que no se pondrán la vacuna.

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Las inquietudes y dudas sobre la vacuna no son exclusivas de las generaciones adultas mayores, sin embargo, destacan y preocupan porque son el sector más vulnerable frente a COVID-19. Expertos señalan que los familiares, conocidos y medios de comunicación deben dar certezas sobre las ventajas de la vacunación y evitar generar desinformación y politización en el tema.


Especialistas recuerdan que un porcentaje considerable de mayores de 60 años tiene acceso a redes sociales y el exceso de ruido en publicaciones, comentarios, ‘fakenews’ y la falta de información certera, se relacionan con la negación a la vacuna y en general sobre la pandemia.

NO SE TRATA DE OBLIGARLOS

Los familiares, responsables y cuidadores tienen la responsabilidad de brindar información oportuna, clara y ser pacientes con este sector vulnerable de la población. Se debe recordar, por ejemplo, que, desde una perspectiva científica, ahora mismo la mejor decisión es vacunarse, como señala César Augusto de León Ricardi, Jefe de la carrera de Desarrollo Comunitario para el Envejecimiento de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, de la UNAM.

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Se trata de acercarles la mejor información, buscar diálogo, pero sin imponerles algo, más bien buscando resolverles las dudas y confirmándoles que los acompañaras durante el proceso del registro y la aplicación de la vacuna.

El especialista señala que se puede aconsejar directamente a los adultos mayores, porque a veces no tienen a la mano todos los datos, pero no se les puede obligar a vacunarse. Hay que apostar por la confianza de que las vacunas que están llegando a nuestro país tienen un alto grado de seguridad y efectividad. Sería muy benéfico ponerse la vacuna, y sería una muy mala decisión no ponerla porque de otra forma tenemos mucha más probabilidad de enfermar”, dice César Augusto.

¿Para qué sirve la vacuna?

La Organización Mundial de la Salud explica que la vacunación es una forma sencilla, inocua y eficaz de protegernos contra enfermedades dañinas antes de entrar en contacto con ellas. Las vacunas activan las defensas naturales del organismo para que aprendan a resistir a infecciones específicas, y fortalecen el sistema inmunitario.

“Tras vacunarnos, nuestro sistema inmunitario produce anticuerpos, como ocurre cuando nos exponemos a una enfermedad, con la diferencia de que las vacunas contienen solamente microbios (como virus o bacterias) muertos o debilitados y no causan enfermedades ni complicaciones”, explica la OMS.

¿Por qué es tan importante?

La vacunación es una forma segura y eficaz de prevenir enfermedades y salvar vidas, hoy más que nunca. En la actualidad disponemos de vacunas para protegernos contra al menos 20 enfermedades, entre ellas la difteria, el tétanos, la tos ferina, la gripe y el sarampión. En su conjunto, esas vacunas salvan cada año tres millones de vidas, señala la organización.

Las vacunas ponen en marcha las defensas naturales del organismo y, de ese modo, reducen el riesgo de contraer enfermedades. Actúan desencadenando una respuesta de nuestro sistema inmunitario, que:

  • Reconoce al microbio invasor (por ejemplo, un virus o una bacteria);
  • Genera anticuerpos, que son proteínas que nuestro sistema inmunitario produce naturalmente para luchar contra las enfermedades;
  • Recuerda la enfermedad y el modo de combatirla. Si, en el futuro, nos vemos expuestos al microbio contra el que protege la vacuna, nuestro sistema inmunitario podrá destruirlo rápidamente antes de que empecemos a sentirnos mal.

¿Por qué debo vacunarme?

Si no nos vacunamos, corremos el riesgo de contraer enfermedades graves, en este caso, de contraer COVID-19 con probabilidades de síntomas graves. ]De acuerdo con los cálculos de la OMS, las vacunas salvan la vida a entre dos y tres millones de personas cada año.

Las dos principales razones para vacunarse son protegernos a nosotros mismos y proteger a las personas que nos rodean. Puesto que no se puede vacunar a todas las personas —por ejemplo, no es recomendable para los recién nacidos, las personas gravemente enfermas y las que pueden presentar determinadas alergias—, al protegernos nosotros evitamos contagiarles enfermedades que se pueden prevenir mediante vacunación.

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¿Son seguras las vacunas?

La OMS explica que la vacunación es inocua y, aunque pueda producir efectos secundarios, como dolor en el brazo o fiebre baja, suelen ser muy leves y temporales. Si bien no puede descartarse que ocasionen efectos secundarios graves, estos son sumamente raros.

Todas las vacunas autorizadas son sometidas a pruebas rigurosas a lo largo de las distintas fases de los ensayos clínicos, y siguen siendo evaluadas con regularidad tras su comercialización. Además, los científicos hacen un seguimiento constante de la información procedente de diversas fuentes en busca de indicios de que causen efectos adversos.

¿Debo tomar mis medicamentos? 

Especialistas señalan que no hay ninguna contraindicación para que las personas dejen de tomar sus medicamentos habituales, de cara a la vacunación. El único requisito que deben de cuidar para evitar tener algún tipo de reacción es que no se hayan vacunado al menos el último mes de otra cosa, como de la influenza. O la gente que ya tuvo o tiene COVID-19 debe esperar al menos 3 semanas antes de ponerse la vacuna. Para las personas con problemas neurológicos o afecciones cardíacas, tampoco hay ninguna contraindicación. 

¿Cómo es el registro?

Con información de Animal Político