Ante escasos ingresos, mujeres se lanzan a pescar al Lago de Chapala

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José Luis Ceja/ La Voz de Michoacán

 

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Sahuayo. Apenas dos pesos por kilo de pescado procesado reciben las mujeres fileteadoras de los municipios y comunidades circundantes al Lago de Chapala lo que ha orillado a que algunas, contra la tradición, incursionen en las actividades de pesca.

Es de señalar que en la cadena de producción y comercialización de los productos de este lago la más rentable para los intermediarios o “arrieros” es la obtención del filete de pescado que extraen las mujeres de comunidades como Petatán en Cojumatlán de Régules o La Palma en el municipio de Venustiano Carranza, actividad por la que en promedio reciben de dos a dos pesos y cincuenta centavos por kilo de filete obtenido, producto que multiplica su valor de manera exponencial cuando los arrieros lo venden a los mercados locales y regionales.

De acuerdo a datos de las mismas fileteadoras de estas dos comunidades el promedio de compra de pescado entero a los pescadores locales es de entre 3.5 y 5 toneladas por día a razón de cinco pesos por kilo de pesca; es ante esto que algunas mujeres de la localidad de Petatán  han optado por incursionar también en el arte de la pesca lo que complementan con la labor del fileteado de pescado e incrementar así sus ingresos al prescindir de los compradores primarios.

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Sin embargo en esta ex isla, los pescadores locales han manifestado su desacuerdo con el hecho de que las mujeres puedan internarse en el lago para pescar y aunque las mujeres argumentan que se trata de una actitud hasta cierto punto machista, los hombres de la comunidad alegan que se trata más bien de situaciones de carácter legal pues recordaron que cada pescador se encuentra inscrito dentro de alguna de las cooperativas pesqueras que legalmente son las únicas facultadas para la explotación comercial del lago y para tal efecto se les otorga una credencial foliada que deben portar de manera permanente para efectos de identificarse durante las revisiones que hacen los guardias federales de pesca.

En el estado actual de cosas, dijeron, la actividad que realizan las mujeres se podría considerar como pesca furtiva toda vez que ninguna de ellas está inscrita en los padrones de las cooperativas pesqueras autorizadas y en caso de ser interceptadas por los guardias federales de pesca estarían sujetas a lsa sanciones legales que se contemplan.

Por su parte las mujeres, que en muchos casos se trata de jefas de familia han argumentado la necesidad de que se modifiquen las actas constitutivas de las cooperativas pesqueras a fin de permitir el ingreso de mujeres a esta actividad o, en cambio, puedan presionar a los arrieros para incrementar en al menos 1.5 pesos el pago por kilo de filete entregado.

Actualmente, señalan la mujeres, el promedio de producción de filete es de 30 a 40 kilos por día con lo que sus ingresos por jornada van de los 75 a los cien pesos, recurso que, aseguran, resulta insuficiente por lo que en ocasiones tienen que recurrir a incursionar en el lago en lanchas facilitadas por amigos o familiares con el riesgo que ello representa.