En 2006 se marcó el inicio. La violencia y la crueldad quedarían instaladas en Uruapan

Dos hechos en 2006 marcarían el inicio de la crueldad y la violencia en este municipio, punto clave para grupos delictivos al conectar con Morelia y con el puerto Lázaro Cárdenas.

Jorge Ávila / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Era la 01:00 de la mañana de 6 de septiembre de 2006, todo transcurría con normalidad en el centro nocturno Sol y Sombra, ubicado a un costado de la carretera libre Uruapan-Pátzcuaro.

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En un momento determinado, un grupo de hombres armados entró al local haciendo disparos al techo. Todo se detuvo. Amagados por los hombres que portaban armas de grueso calibre, empleados, parroquianos y mujeres que ahí trabajaban se tendieron al piso, al menos eso se recogió de diversos testimonios.

Los hombres que llegaron al lugar llevaban bolsas negras de plástico y una a una sacaron cinco cabezas humanas, las cuales rodaron por el piso. Junto a las cabezas cercenadas, los hombres armados dejaron una cartulina con un mensaje escrito: "La Familia no mata por paga. No mata mujeres, no mata inocentes, sólo muere quien debe morir, sépanlo toda la gente, esto es justicia divina".

Después del macabro espectáculo, el comando se retiró rápidamente a bordo de una pickup gris y dos Cherokee verdes. Que se perdieron en la oscuridad de la noche. Aunque el reporte se hizo en cuanto el grupo se retiró, la Policía llegó hasta después de 40 minutos.

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Ese hecho fue la tarjeta de presentación de la Familia Michoacana, que con el paso de los meses se volvería el grupo hegemónico en el estado, liderazgo que heredó su escisión, Los Caballeros Templarios.

En su momento se dijo que el hecho podría haber estado relacionado con otro crimen que llamó la atención de la prensa. Tres días antes, una mujer apodada La Jefa, conocida tratante de mujeres y narcomenudista, fue privada de la libertad, asesinada, decapitada y su cuerpo fue abierto desde el pecho hasta el vientre. Estaba embarazada. El cadáver fue abandonado en el puente de Jicalán, a la altura de la colonia Delicias.

Foto: Especial. Versiones recogidas por la prensa en aquel entonces registran que La Jefa era pareja de Carlos Rosales Mendoza

Según investigaciones de la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado, la mujer habría invadido con su mercancía la zona de influencia de un grupo criminal contrario, y para esto se valía de taxistas y personas dedicadas a la prostitución, pero fue descubierta y asesinada con saña.

Versiones recogidas por la prensa en aquel entonces registran que La Jefa era pareja de Carlos Rosales Mendoza, alias El Tísico, y La Familia Michoacana, que fundó Rosales Mendoza, responsabilizó del crimen a miembros del Cártel del Milenio y/o Cártel de Los Valencia.

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Ese asesinato marcó el inicio de la crueldad y la violencia con la que se declararon la guerra y disputaron los dos grupos del crimen organizado con presencia en la entidad.

Aunque en ese momento ningún funcionario del estado hizo declaración alguna sobre lo ocurrido, el entonces secretario de Gobierno, Enrique Bautista, sí aceptó que tanto el Estado como las instituciones ya habían sido rebasados por la violencia.

A partir de ese momento la violencia se apoderó del estado, teniendo a Uruapan y Tierra Caliente como epicentros.

Últimos sucesos que causaron conmoción

El 24 de marzo de 2013, durante la madrugada, fueron dejados 7 cuerpos sin vida en una glorieta que conduce al fraccionamiento Las Palomas. Los cadáveres de los 7 hombres presentaban el tiro de gracia, tenían además las manos y pies atados, así como los ojos vendados. Sus verdugos los colocaron en sillas blancas de plástico, con un mensaje escrito en cartulina, el cual hasta el momento ningún grupo delictivo se ha adjudicado. Luego se supo que todos ellos eran limpiaparabrisas y que algunos se dedicaban a la mendicidad.

Foto: Especial.

El 25 de julio de 2018, un grupo armado llegó a una funeraria y disparó contra los asistentes a un velorio, en el cual, ocho personas murieron a tiros y una decena más resultaron lesionadas.

Los hechos ocurrieron sobre la avenida Juárez, casi esquina con Francisco Villa del Barrio de la Magdalena, donde era velada una persona que por la mañana había sido asesinada y abandonada afuera del Parque La Pinera.

Casi un año después, el 22 de mayo de 2019, un grupo de hombres armados fue emboscado en esta ciudad, en la colonia Arroyo Colorado, con un saldo de 10 personas muertas y otras tres heridas. Según la Fiscalía del estado, en el enfrentamiento participaron miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación y Los Viagras. Luego se daría a conocer un video en el que los pistoleros muertos, a bordo de una camioneta, disfrutan al ritmo de “To my love”, de Bomba Estéreo, y entre risas, el copiloto de la camioneta se dirige a la cámara y dice: “Eso es para que vean que no todo es guerra, también existe el amor”. Luego de eso murieron abatidos.

Foto: La Voz de Michoacán. En el enfrentamiento participaron miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación y Los Viagras.

Es una confrontación de grupos que se disputan el territorio, los mercados para poder distribuir y comercializar sustancias adictivas”, señaló en su momento Adrián López Solís, fiscal General de Michoacán.

Ya en 2019, durante la noche del 20 de septiembre, a las 21:30 horas, en el restaurante bar California Grill, en la zona comercial de la ciudad, hombres armados irrumpieron y atacaron a balazos a los presentes que veían un partido de Monarcas Morelia contra las Chivas del Guadalajara. El saldo fue de 5 muertos: 4 comensales y un mesero.

El hecho desató protestas de locatarios de la zona comercial ubicada sobre la avenida Latinoamericana, quienes se dijeron ajenos a las pugnas entre criminales que, sin embargo, golpeaban sus negocios y atentaban contra la tranquilidad y la integridad de la sociedad uruapense.

Foto: La Voz de Michoacá. Hombres armados irrumpieron y atacaron a balazos a los presentes en el restaurante.

En tanto que el 3 de noviembre, a las 14:00 horas, en el tianguis de carros de la Plaza de Toros La Macarena, en la colonia La Mora, varios sujetos armados llegaron al sitio y dispararon contra varios comerciantes de autos, con un saldo de 5 personas muertas.

De acuerdo con los informes, los criminales portaban, todos, fusiles de asalto, por lo que las detonaciones causaron pánico entre quienes ahí se encontraban.

En el lugar murieron los vendedores de automóviles y, a pesar de los múltiples disparos, no hubo testigos lesionados.

Foto: Especial.

Ahora, el 3 de febrero, alrededor de 4 sujetos armados con pistolas llegaron a un local de maquinitas de la colonia La Magdalena. Buscaban a tres sujetos: El Ruso, El Pelón y un hermano de este último.

Se sabe que el local, propiedad de una expolicía, era conocido por la venta de droga, sobre todo crystal. Pero ahí había adolescentes jugando en las máquinas tragamonedas.

Después de que se llevaron al Ruso, los hombres armados despojaron de sus pertenencias a los presentes y dieron inicio al baño de sangre. El saldo fue de 8 muertos, entre ellos, menores de edad de 12, 13, 14 y 17 años de edad, así como un chico de 18. No se ha dado a conocer si las víctimas estaban relacionadas con algún delito.

Los 19, dieron la vuelta al mundo

Pero sin duda el hecho que más trascendió tanto a nivel nacional e internacional ocurrió el 8 de agosto del año pasado, cuando los cuerpos de 19 personas asesinadas a balazos fueron exhibidos en diferentes puntos de esta ciudad. De las víctimas, algunas fueron desmembradas, otras decapitadas y otras más colgadas de puentes sobre el bulevar Industrial.

El hecho quedó en el anecdotario colectivo no sólo por el nivel de la violencia desatada esa noche, también por el vendedor de hamburguesas que, inmutable, siguió trabajando en su puesto bajo el puente.

Uruapan, plaza codiciada

No es casualidad que La Perla del Cupatitzio sea un punto clave para los grupos delictivos, puesto que su ubicación es estratégica, y es que es el punto donde confluyen las rutas más importantes en el estado, dado que conecta a Morelia con el puerto de Lázaro Cárdenas y la Meseta Purépecha, pero también es punto de paso desde y hacia Tierra Caliente.

Pero, además, delitos como extorsiones y robos han tenido alta incidencia debido a la intensa actividad económica producto del cultivo de aguacate y la extracción, legal e ilegal, de madera de las zonas boscosas.

Eso ubica a Uruapan, junto a Apatzingán, Lázaro Cárdenas, Zamora y Morelia, entre las zonas más disputadas por los grupos delictivos que operan en el estado.

Incidencia delictiva en 2019

Según datos de Semáforo Delictivo, durante 2019, en esa ciudad los delitos más cometidos son los que pueden relacionarse con la presencia de grupos criminales, como el homicidio (242), el narcomenudeo (278), el robo de vehículo (mil 539) y las lesiones (817).

El mes que más carpetas de investigación por homicidios registró fue junio, con 33, y el mes que menos casos tuvo fue abril, con 5 carpetas de investigación.

En cuanto al narcomenudeo, el mes que más casos se registraron; es decir, detenciones por este delito, fueron enero y febrero, con 34 casos cada uno, y este delito se vio más reducido en diciembre, con 9 incidentes.

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El robo de vehículo, que se relaciona con la delincuencia organizada dado que las células delictivas suelen usar automotores robados para sus distintas actividades, en septiembre y octubre tuvo sus índices más altos de 2019, con 166 casos cada uno. En marzo se registró la menor cantidad, con 80 carpetas de investigación.

Las lesiones, que si bien no está directamente relacionado con la delincuencia organizada sí refleja el nivel de agresiones, ya sea a golpes, con arma blanca o de fuego siempre y cuando la víctima no muera, es otro de los delitos que Semáforo Delictivo pone en color rojo en Uruapan, ya que su número más bajo fue de 50 casos en el mes de julio, en tanto que la mayor cifra de incidentes se registró en mayo, con 93 casos.

En contraste, y contrario a lo que indican distintas denuncias ciudadanas, Semáforo Delictivo no registra incidencia en materia de extorsiones, con cero casos en todo el año. Pero esto no quiere decir que no se presentan, sólo que no se denuncian.