Entre tensión con pobladores y el crimen operando de noche, reabren tramo Aguililla-Apatzingán

El operativo pasado, que comenzó en abril y duró unas 12 semanas, únicamente alcanzó para cubrir las zangas y retirar las piedras que integrantes del crimen colocaban.

Redacción / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Luego de que este viernes la Secretaria de Seguridad Pública de Michoacán (SSP) anunciara que mil policías fueron enviados a Aguililla para reforzar los trabajos operativos, no ha trascendido ningún percance relevante en la región durante estas primeras horas.

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Por publicaciones de la propia SSP y de usuarios de redes sociales, se sabe que el tramo Apatzingán-Aguililla fue reabierto este sábado en los puntos de El Limón, en el Municipio de Aguililla, y en El Terrero y División del Norte, en Buenavista.

El operativo llega cuando el hartazgo en varios grupos de pobladores estaba al límite, a tal grado de enfrentarse a los militares que estaban resguardados en el cuartel y a destruir un helipuerto militar como una medida de presión para que –señalan- se combata a los cárteles de la droga que operan en la región.

El hecho aumentó la tensión en Aguililla, municipio enclavado en la región de Tierra Caliente de Michoacán y que permanece sitiado por sicarios de los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de La Nueva Familia Michoacana, quienes se disputan el control de la zona.

El helipuerto estaba habilitado en la parte alta de una montaña, contigua al cuartel del 51 Batallón de Infantería, donde los soldados recibían víveres, armas y municiones de la 43 Zona Militar a la que pertenecen, ubicada a 90 kilómetros de ahí, en el municipio de Apatzingán. Los inconformes utilizaron dos máquinas retroexcavadoras para realizar zanjas en la montaña, ante la mirada atónita de los militares resguardados en el cuartel.

La semana pasada pobladores atacaron el cuartel militar arrojando piedras, palos y explosivos caseros, por lo que el Ejército repelió la agresión con gases lacrimógenos, bombas de humo y proyectiles antimotines.

EL NUEVO OPERATIVO

El pasado viernes el gobierno de Michoacán informó que este nuevo operativo, con mil elementos de la Policía Michoacán, está dirigido contra las organizaciones y operarán 120 patrullas, entre vehículos todo terreno, camiones, ambulancias y unidades con blindaje y artillería.

La SSP estatal reveló en un reporte que los policías tienen como objetivo "reestablecer la circulación en el tramo carretero que une los municipios de Aguililla con Buenavista Tomatlán y Apatzingán", donde los sicarios mantienen socavones y barricadas para evitar el paso de alimentos, medicamentos y productos de primera necesidad para Aguililla.

Sin embargo, las autoridades no mencionaron nada sobre asegurar la paz en la región ni una estrategia para terminar con la disputa del crimen. Y es que el operativo pasado, que comenzó en abril y duró unas 12 semanas, únicamente alcanzó para cubrir las zangas y retirar las piedras que integrantes del crimen colocaban, acciones que se solían hacer todos los días a primera hora de la mañana, pues por las noches, la vialidad pertenecía al crimen.

Durante esas semanas el operativo contaba con la presencia de 250 efectivos, un 25 por ciento de los mil que fueron enviados ayer viernes.

Por la cobertura periodística de los sucesos, se está a la expectativa de la reacción del crimen organizado, pues hasta ahora, no se inmuta en mostrar su poder con fotografías paseándose por las carreteras con armas sumamente poderosas y en cometer actos de violencia contra los elementos de seguridad.

Desde diciembre del 2020, Aguililla vive una crisis humanitaria derivada de una cruenta lucha entre los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de La Nueva Familia Michoacana (LNFM), los cuales se disputan el control de la producción y tráfico de droga, así como otras actividades ilícitas como secuestros y extorsiones.

La grave ola de violencia que vive Aguililla incluso motivó, el pasado 23 de abril, la visita de Franco Coppola, nuncio apostólico en México y representante del Papa Francisco, quien se reunió con miles de pobladores a quienes llevó un mensaje de paz y antes quienes de lamentó la falta de atención por parte de los gobiernos Federal y Estatal.

Los habitantes de Aguililla padecen la falta de alimentos, medicamentos e insumos de primera necesidad, ante socavones y barricadas que sicarios han instalado en la carretera que une Aguililla con los municipios de Buenavista y Apatzingán, el principal acceso a esa zona.

En tanto, familias originarias de Aguililla han convocado para el próximo fin de semana a una colecta de víveres en Morelia, capital del estado, para intentar entregarlos a las víctimas de la violencia.

Con información de EFE