A un año y medio, presencia de la Guardia Nacional en el estado no se ha reflejado: 1,800 asesinatos en 2020

A un año y medio de la llegada de la Guardia Nacional, los resultados no se ven en materia de disminución de la incidencia delictiva y la propia violencia

Foto: Víctor Ramírez.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. A un año y medio de que la Guardia Nacional llegó al estado, los resultados en la reducción de incidencia delictiva no se han reflejado, y contrario a ello, por tercera ocasión consecutiva, este año apunta a convertirse en el más violento de la historia reciente de la entidad. Si bien la tendencia corresponde a una situación de contexto nacional, representantes de la sociedad civil advierten que la problemática está lejos de mejorar.

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En total la cifra ya se encuentra cercana a las mil 800 víctimas de homicidio doloso. El promedio por cada carpeta de investigación iniciada por la Fiscalía General del Estado de Michoacán apunta a más de una víctima en cada una de las carpetas.

Con base en el panorama anterior, Roberto Ramírez Delgado, presidente de la Fundación Ciudadana para el Desarrollo Integral de Michoacán (Fucidim), manifestó su preocupación por las cifras en torno al homicidio doloso como la máxima expresión de la violencia en la entidad.

“Estamos viendo que el tema de seguridad sigue siendo muy sensible y sobre todo los dolosos, y no hay una vía de cómo vamos a coadyuvar y a eso apunta la verdad. Ojalá que cambiaran las cosas en el último trimestre, pero es una cosa en que nada resulta. Hay cambio en la Secretaría de Seguridad Pública federal y trae periodo de inestabilidad y es altamente aprovechado”, explicó.

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Asimismo, reconoció que la situación del contexto económico y social que vive en México es parte de la problemática. Las noticias en el gabinete federal sobre la salida del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana preocupan debido a la falta de continuidad de las estrategias de seguridad.

A un año y medio de la llegada de la Guardia Nacional a territorio michoacano, los resultados ni siquiera se han logrado observar en materia de disminución de la incidencia delictiva y la propia violencia.

A pesar de los efectos de la pandemia y el confinamiento, los homicidios no han cesado en prácticamente ningún momento. Enero comenzó con un total de 169 carpetas de investigación, para el mes de febrero creció a 178 carpetas; marzo, con 187; abril, 176; mayo, 154; junio, 133; julio, 145; agosto, 162, y septiembre, 152.

En ese sentido, el primer lugar en homicidio lo ocupa el municipio de Zamora, seguido por Uruapan, Morelia y Jacona como los principales puntos de la geografía estatal con problemas de incidencia en homicidio

Autoridades estatales han advertido que con estas cifras el homicidio doloso sigue siendo prácticamente un dolor de cabeza para las estrategias implementadas en los últimos años para el estado de Michoacán.

La tendencia incluso podría seguir al alza con la pérdida de empleos y la desaceleración económica provocada por la crisis actual. Rodrigo Antúnez, director de Observatorio Ciudadano en Michoacán, ha advertido las condiciones en las cuales se encuentra la entidad en materia de violencia. Desde la portación de armas hasta las actividades ilícitas que siguen incrementando en todo el estado forman parte de la problemática que roba diariamente la vida de personas en una entidad.

Las cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) revelan que entre 2009 y 2019, la cantidad de personas que perdieron la vida por homicidio se incrementaron hasta en un 160 por ciento.

Las cifras de 2019, considerado como el de mayor incidencia delictiva de la historia reciente, trascendió con una cifra superior al 100 por ciento respecto al año 2013 y 2014, años en que la violencia y la crisis de gobernabilidad provocaron un movimiento armado que culminó con el levantamiento de las autodefensas.

La mayor parte son casos relacionados con el crimen organizado. Prácticamente todas las semanas se dieron a conocer casos de ejecuciones en donde grandes cárteles de la droga se atribuyeron a los homicidios que fueron caracterizados por un incremento en el nivel de violencia con el que fueron perpetradas.

La crisis de inseguridad ha sido atribuida en su mayoría a la disputa de grupos delictivos tanto de Michoacán como de otros estados por el trasiego de sustancias ilícitas, así como armamento y otras actividades altamente redituables para el narco.