Día mundial contra la meningitis; bacteria que no deja estirar la rodilla o llevar la barbilla al pecho

La meningitis puede estar causada por bacterias o por un virus. La meningitis viral suele ser más frecuente y transcurre de forma más leve mientras que la meningitis bacteriana constituye una emergencia médica.

Redacción / La Voz de Michoacán

México. La meningitis bacteriana puede adquirirse prácticamente en cualquier lugar público y es contagiosa, además de grave. Afecta la médula espinal y las membranas del cerebro causando lesiones, discapacidad e incluso la muerte.

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El 24 de abril se declaró Día Mundial Contra la Meningitis. Se sabe que afecta principalmente a los niños, quienes se contagian a través de la mucosa de la boca o respiración. En la población adulta puede ocurrir por la tos, el beso o ingerir alimentos compartidos.

La miningitis es producto de la presencia de bacterias en el espacio subaracnoideo, con una consecuente reacción inflamatoria que comprende a su vez al parénquima cerebral y las meninges.

Los síntomas más frecuentes en pacientes con meningitis bacteriana aguda se caracterizan por la triada clásica constituida por fiebre, rigidez de cuello y alteraciones del estado mental. Otros signos y síntomas presentes son cefalea, náuseas, vómitos, fotofobia, convulsiones y déficit neurológico focal (afasia, hemiparesia, parálisis de pares craneales).

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ESTIRAR LA RODILLA

Entre los síntomas posteriores, es decir, cuando va progresando la enfermedad hay dos que se destacan y puede confundirse:

  • El signo de Kernig se refiere al dolor y a la resistencia al estirar la rodilla con la cintura doblada - esto demuestra una rigidez en la espalda que es característica de la meningitis.
  • El signo de Brudzinski designa el dolor y la resistencia a agachar la cabeza con la cadera doblada, parálisis focal, deficiencias neurológicas y pupilas anormales.
  • Rigidez en el cuello – menos frecuente en niños- el cuello se vuelve rígido y resulta dificil doblar el cuello hacia abajo.

Factores de riesgo.

Los factores de riesgo para adquirir meningitis aguda bacteriana dependen del agente causal. En los casos de meningitis neumocócica ocurre en pacientes con antecedentes de enfermedades como neumonía, otitis media aguda y sinusitis aguda. Los grupos con mayor riego incluyen pacientes de edad avanzada, fumadores, diabéticos, alcohólicos y quienes desarrollan rinorrea de líquido cefalorraquídeo posterior a una fractura de la base de cráneo.

Síntomas y signos.

Los síntomas más frecuentes en pacientes con meningitis bacteriana aguda se caracterizan por la triada clásica constituida por fiebre, rigidez de cuello y alteraciones del estado mental. Esta triada es más común en los pacientes con meningitis bacteriana de origen neumocócica que meningocóccica. Otros signos y síntomas presentes son cefalea, náuseas, vómitos, fotofobia, convulsiones y déficit neurológico focal (afasia, hemiparesia, parálisis de pares craneales).

Prevención primaria.

Se recomienda la inmunización contra Meningococo y H. influenzae tipo B en el personal de salud ante un brote de la enfermedad. La inmunización primaria se recomienda contra la infección por N. meningitidis y H. influenzae tipo B en todos los grupos de riesgo.

Prevención secundaria.

En los casos de meningitis meningocóccica se debe proporcionar quimioprofilaxis a los contactos cercanos, independientemente de su estado de vacunación.

Se recomienda un esquema de quimioprofilaxis en los contactos cercanos a los pacientes con meningitis meningocóccica a base de rifampicina a dosis de 600 mg cada 12 horas por 2 días (4 dosis), o ciprofloxacino 500 mg dosis única, o ceftriaxona 250 mg a 1 g intramuscular o endovenoso dosis única.

Diagnóstico.

El diagnóstico de una meningitis bacteriana aguda se basa en la exploración física completa y en un examen del LCR después de una punción lumbar. La apariencia del líquido cefalorraquídeo puede ser turbia. En meningitis bacteriana no tratada, la cuenta de leucocitos es alta, en rango de 1000 a 5000 células/mm3 , aunque este rango puede ser amplio desde <100 a >10,000 células/mm3 , con predominio de polimorfonucleares entre un 80 a 90%; aproximadamente el 10% de predominio linfocitico.

La concentración de las proteínas se encuentra elevada en prácticamente todos los pacientes con meningitis bacteriana aguda. Los resultados del cultivo del LCR son positivos en el 70 a 85% de los pacientes que no recibieron terapia antimicrobiana previa.

Las indicaciones para realizar una tomografía computada de cráneo en los pacientes con sospecha de meningitis bacteriana antes de la punción lumbar son antecedente de enfermedad del sistema nervioso central, crisis convulsivas de reciente inicio, papiledema, alteraciones del estado de conciencia y la presencia de déficit neurológico focal.

Tratamiento.

Se recomienda iniciar el tratamiento antimicrobiano de forma inmediata y vía parenteral. El tratamiento antimicrobiano empírico de primera elección es la administración de ceftriaxona 2 g cada 12 o 24 horas o cefotaxima 2 g cada 6 u 8 horas.

En los pacientes con alergia a betalactámicos se recomienda la administración de vancomicina 60 mg/kg/24 horas en dosis de carga (ajustada a función renal) y continuar con 15 mg/kg/24 horas en meningitis neumocócica y cloramfenicol 1g c/6 horas en meningitis meningoccócica.

Se recomienda el uso conjunto de dexametasona a dosis de 0.15 mg/kg cada 6 horas durante 2 a 4 días con la primera dosis administrada 10 a 20 minutos antes o de manera conjunta con la primera dosis de antimicrobiano en los pacientes con meningitis neumocócica.