¿Perder peso o bajar grasa? Antes de iniciar un régimen por tu cuenta considera acudir a un especialista

Despídete de las dietas mágicas y mejor acude con un nutriólogo que te dará seguimiento de manera personal y te proporcionará un plan alimenticio adecuado.

Foto: Pixabay.

Aline Ortiz / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. “El siguiente año me pongo a dieta”, “Ya voy a empezar a hacer ejercicio”, “Nada más que pase el día de la rosca, de los tamalitos,  (y se vienen más festividades) y ahora sí, empiezo la dieta”. Seguramente, estas y otras frases las has escuchado muchas veces de tus familiares o personas cercanas a ti, incluso, posiblemente, hasta tú las has enunciado. 

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Y hay que ser honestos, ya estamos en el tercer mes del año y ¿cómo vamos con esos propósitos que con tanta energía enunciamos en nuestra mente mientras terminábamos de comer las últimas uvas? Hay que aceptarlo, a veces, hemos recurrido o pensamos recurrir a esas dietas milagro para lograr nuestro objetivo y “bajar de peso”. 

Justamente, esas dietas o recetas milagros se basan en gran medida en una distorsión de cómo debería de ser realmente un “plan alimenticio equilibrado dependiendo de la persona, de las actividades que hace al día y de su plan deportivo”. Y, si bien, estas soluciones funcionan quizá en las primeras semanas hay que recordar que podríamos poner en riesgo nuestra salud y también viene el temido rebote. 

Suele pasar que cuando dejas de llevar esta solución mágica, subes el doble y he aquí que la pregunta principal ¿qué tienen estas soluciones mágicas que te hacen bajar de peso súper rápido?

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En primer lugar, hay dos conceptos que son clave y vale la pena aprender a diferenciarlos si decides empezar a bajar de peso o más bien, perder grasa. Así que mejor opta por ir con un especialista, despídete de las dietas mágicas, que dará seguimiento de manera personal a tu caso y te ayudará a planificar un plan alimenticio que integre todos los grupos de alimentos. 

De acuerdo a David Campos, especialista en nutrición en el Hospital Español, de la Ciudad de México, hay que aprender a diferenciar estos dos conceptos. No es lo mismo bajar de peso que perder grasa y es que usamos estos conceptos de manera indistinta y son cosas muy diferentes. 

“Cuando se pierde peso se habla también de la pérdidade músculo, incluso densidad ósea. De ahí la importancia de evitar las dietas milagroosoluciones mágicas. Otro de los factores que suele darse en la pérdida de peso es que se produce una pérdida de líquidos, de ahí que los resultados sean ‘efectivos y satisfactorios’ durante las primeras semanas con estos métodos. Pero hay algo que no se toma en cuenta y es que lo que realmente está ocurriendo es que nos estamos deshidratando. Y el llamado ‘rebote’ viene cuando volvemos a hidratarnos o  a los hábitos de antes, que es el que nos ha llevado al exceso de grasa y peso”, explica el especialista. 

Por otro lado, David Campos también explica que “si lo que buscas es estar en forma y definida no te pongas como meta un peso determinado, porque el peso es relativo. Puede que haya dos personas con el mismo peso pero físicamente luzcan muy diferente, uno podría verse más tonificado y definido que el otro, así es que el peso no tiene nada que ver. Mejor dirige todas esas energías a conseguir un porcentaje de grasa bajo, no pierdes líquidos ni músculo, y esto se logra con un plan alimenticio adecuado en función de tus actividades y de un ejercicio adecuado”.

TÓMALO EN CUENTA

De acuerdo al especialista estos consejos pueden ayudarte antes de que te decidas con qué especialista ir

  1. Dejar de comer por un tiempo prolongado y entre comidas te hará aumentar tu grasa. Si no tienes tiempo, te recomiendo que siempre cargues con una bolsita de almendras o nueces, (come unas cinco) una fruta y verdura, esto saciará tu hambre
  2. Lo recomendable es hacer tres comidas al día más colaciones entre comidas (que pueden ser las que se mencionan arriba más una porción de cereal)
  3. Comer ensalada no es sinónimo de comer bien, intenta integrar todos los grupos de alimentos a tu comida: proteínas, cereales, verduras, frutas y leguminosas (claro, en cantidades moderadas)
  4. Bebe agua natural y evita el agua de sabor con azúcar 
  5. Despídete de la comida chatarra.
  6. Empieza una rutina de ejercicio, caminar rápido durante 40 minutos al día será más que suficiente