Se indaga muerte de 22 a manos ejército, afirma Segob

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MEXICO — La Comisión Nacional de Derechos Humanos aseguró el viernes que entró en contacto con la testigo que asegura que un grupo de militares mexicanos asesinaron a su hija y 20 hombres de un presunto grupo del narcotráfico tras haberse rendido luego de un enfrentamiento, en un caso que el gobierno federal aseguró el viernes que indagará.

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Marat Paredes, visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, dijo el viernes a The Associated Press que funcionarios del organismo habían hablado con la madre hace unos dos meses y que investiga el caso para ver qué es lo que realmente pasó.

El incidente ha llamado la atención de las organizaciones internacionales e incluso del Departamento de Estado estadounidense que pidió a México investigar sobre el incidente.

"Como sucede en todos los casos en los que las fuerzas de seguridad utilizan la fuerza letal, es imperativo que haya una revisión fáctica, creíble, de las circunstancias y las acciones emprendidas en respuesta a ellas", dijo Jeff Rathke, vocero del Departamento de Estado.

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La AP reveló el jueves que una mujer dijo que vio a un grupo de soldados asesinar a tiros a su hija de 15 años pese a que la adolescente yacía herida en el suelo. Veinte jóvenes más de un presunto grupo criminal también habrían sido rematadas después de haberse rendido, dijo la mujer cuya identidad permanece en el anonimato por temor a represalias en su contra.

El gobierno ha dicho que todos murieron durante un feroz tiroteo ocurrido en la mañana del 30 de junio. Esa versión fue puesta en duda pues de los soldados sólo uno resultó herido y las evidencias físicas en el lugar apuntan a que hubo un asesinato selectivo y colectivo.

El secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, aseguró el viernes que las autoridades federales investigarán los hechos y que harán públicos los resultados si encuentran cualquier contradicción con la versión del ejército, el cual sostiene que soldados fueron atacados el 30 de junio por hombres armados en una bodega abandonada en una comunidad del Estado de México.

Las fuerzas armadas también sostienen que los soldados sólo respondieron a la agresión y mataron a 22, además de que rescataron a tres mujeres secuestradas.

Sin embargo, la madre dijo a la AP que ella estaba ahí y que fueron los soldados los que dispararon primero, lo que viola las reglas de combate de la institución castrense.

La mujer también dijo que en el tiroteo inicial murió un joven, antes de que los miembros pertenecientes a una presunta banda criminal se rindieran, desarmaran y salieran de la bodega en la que se encontraban con las manos en la nuca.

"Lo que más llama la atención es la opacidad del gobierno en cuanto a la investigación", dijo Maureen Meyer de la organización WOLA (Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos). "No hay información disponible sobre los resultados de la investigación. La exigencia de las organizaciones de derechos humanos es tener información sobre una investigación que debía ser imparcial y transparente, pero parece que no ha sido así".