Control de armas

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

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Raúl Castellano

 

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La Constitución de los Estados Unidos de América establece el derecho de sus connacionales a poseer armas de fuego. De hecho pueden poseer armas cortas y largas, en el número que quieran y de todos los calibres. Muchos estadounidenses poseen verdaderos arsenales en sus casas. Incluso, pueden tener las llamadas “armas de asalto” que son armas largas que solo debieran poseer el ejército y la policía. Las preferidas por los estadounidenses son la AR 15 y la AK-47, llamada “cuerno de chivo”, y también lo son de los criminales.  Ambas tienen una gran capacidad de fuego y abastecedores o cargadores con 40 o más cartuchos; están pueden funcionar como ametralladoras. Son devastadoras.

 

La sensatez de un Presidente como Obama, prohibió los rifles de asalto, como los mencionados, pero nuevamente son legales y cualquier persona los puede adquirir.

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En los Estados Unidos existe lo que podríamos llamar “culto por las armas”, que desde luego fomenta la poderosa agrupación llamada “National Rifle Association” (Asociación Nacional del Rifle”, que para la campaña de Trump donó 30 millones de dólares.

 

La balacera del 14 de febrero es la número 18 en lo que va de este año en un centro escolar; y la 291 desde 2013 según Shannon Watts, fundadora de Moms Demand  Action, organización que lucha contra la proliferación de armas de fuego. En este caso, el asesino fue un joven de 18 años, ex alumno de esa escuela y su crimen lo llevó a cabo, precisamente con un rifle AR-15 que ocasionó la muerte de 17 personas, entre estudiantes y profesores, así como alrededor de 10 heridos.

 

De acuerdo con Every Town For Gun Safety, organización de control de armas, hay un tiroteo escolar cada semana; sin embargo, al volverse algo común, ya ni siquiera aparece en la prensa.

 

Este año, los tiroteos en escuelas de la Unión Americana han dejado más de 20 muertos y estamos a mediados de febrero, apenas. Lo que más debe preocupar a nuestros vecinos, es la seguridad de que estas balaceras habrán de seguir ocurriendo.

Hay que destacar que el fácil acceso a las armas de fuego deja anualmente 33 mil muertos en ese país vecino.

 

La reacción del Presidente Trump ante la tragedia se limitó a mandar condolencias y oraciones a los familiares de las víctimas y señaló que el problema debe atribuirse a la salud mental, enfermedad para cuya atención redujo un 30% del presupuesto.  Y omitió, a propósito, el tema de la facilidad de poseer todo tipo de armas, prácticamente sin ningún control.

Rara colmo señaló que “ Ningún niño, profesor o cualquiera  debe sentirse inseguro en una escuela del país”. Cuanta insensatez de ese presidente que se atreve a decir esto cuando la tragedia de Florida se acababa de producir. ¿Cómo decir esto cuando las balaceras y muertes ocurren constantemente en las escuelas? Estas se han convertido desde hace tiempo, en uno de los lugares más peligrosos.

 

Los jóvenes le dicen a Trump que no quieren plegarias sino control de armas.

 

Esa falta de control de armas es responsable, también, del contrabando constante de armas a México, que sin duda es un elemento importante en la escalada de violencia en nuestro país. Ellos proveen las armas y los mexicanos ponen los muertos. Todas las armas que se producen en aquel país tiene un número de registro que la identifica y por tanto, si se quiere, podría detenerse el ingreso de armas a México, pero en realidad no tienen ningún interés,

 

Ese delirio por las armas les debe venir del hecho de que los Estados Unidos ha sido siempre un pueblo guerrero e invasor. Si lo sabremos los mexicanos que fuimos despojados de la mitad de nuestros territorios para satisfacer sus propósitos expansionistas, derivados de la Doctrina Monroe y del absurdo “Destino Manifiesto” que hade de ese país, como elegido por Dios.

 

Siempre han estado sobre las armas; siempre están en guerra contra alguien, para sacar ventajas. Además, hacen alarde de esto. Lo prueba la letra del himno de la marina de guerra estadounidense que habla de “los palacios de Moctezuma y las playas de Trípoli”, como ejemplo de dos lugares que han invadido.

 

Es entendible que todos estos soldados y marinos que de manera constante se forman en aquel país, y son entrenados para matar, tengan gusto por las armas, y esto lo trasladan a su vida cotidiana, ya como civiles.

 

El grave problema de las balaceras y muertos en las escuelas, parece ser algo exclusivo de los Estados Unidos, pero debo decir que no conozco el por qué del asunto, más allá de la facilidad de conseguir un arma. Solo que en realidad la motivación tiene que ser de origen psíquico. No hay duda de que el responsable de la última matanza tenía problemas de conducta, mismos que causaron su expulsión de la escuela. Esta cuestión, en una persona sana mentalmente, no lo llevaría a perpetrar este crimen premeditado, absolutamente bárbaro y cruel. Sin embargo hay otra razón.

 

Nikolas Cruz, el joven asesino de Florida pertenecía a un grupo supremacista, y era racista y homofóbico; y las personas así, están cargadas de tanto odio que esto los puede llevar a matar a aquellos que son sujetos a los que desprecia y son objetos de su ira. Estos individuos son bombas de tiempo que, en cualquier momento pueden explotar.

 

No es extraña esta conducta entre nuestros vecinos, entre las cuales está el propio Presidente Trump, que es racista y propaga el odio. Ejemplo de esto ha sido su actitud con los puertorriqueños, que son ciudadanos de EU, sin embargo su sangre es latina, y por eso, ante un reciente huracán que devastó esa isla del Caribe, la ayuda no llegó para esos a los que considera estadounidenses de segunda.

 

La necedad de Trump, sobre la construcción del muro entre nuestros países, encuentra su razón de ser en la misma causa: el racismo.

 

Por eso, la frase de “tan lejos de Dios y tan cerca de los estadounidenses” sigue siendo vigente.