Ciudad de México.- Bajo la premisa de que una sociedad más culta es una sociedad menos violenta, el director italiano de orquesta Riccardo Muti celebra su cumpleaños 75 rodeado de jóvenes, a quienes comparte su experiencia, su técnica pero sobre todo su pasión por el podio. Lo hace en Ravena, al frente de la Orquesta Juvenil Luigi Cherubini, con quienes prepara desde el pasado 23 de julio “La Traviata”, de Giuseppe Verdi, que tendrá un recital dirigido por Muti el próximo 3 de agosto, y su gala final el día 5, bajo la batuta y con las voces de sus discípulos. Se trata de la segunda edición de la Academia de Ópera Riccardo Muti, creada por el director, quien es considerado por la crítica estadounidense como “El rey de Verdi”. Muti también es celebrado desde hace unas semanas por la Scala de Milán, donde su museo exhibe una muestra que bajo la curaduría de Lorenzo Arruga ofrece una amplia documentación en audio y video del paso del director (1986-2005) por esa casa de ópera. De acuerdo con diarios locales, documenta los 370 conciertos con la Filarmónica della Scala tanto en Milán como en giras por todo el mundo, junto a una amplia muestra fotográfica de sus colaboraciones con cantantes, directores y escenógrafos. Como parte de los festejos destaca también el regreso del director italiano a la Scala, uno de los teatros de ópera más famosos del mundo, para dirigir a la Orquesta Sinfónica de Chicago con dos programas diferentes el 20 y el 21 de enero de 2017. Se trata de la primera vez que Muti regresa al histórico teatro milanés después de su polémica dimisión como director de La Scala en 2005, destaca por su parte el portal “elmundo.es”. Como actividades complementarias se escuchará “L'Europa riconosciuta”, la ópera que inauguró el Teatro alla Scala en 1778 y que volvió a sonar en 2004 para conmemorar la vuelta de la compañía de La Scala a su teatro tras tener que mudarse al Teatro all'Arcimboldi para restaurar La Scala. Riccardo Muti nació el 28 de julio de 1941, en Nápoles, Italia. Estudió piano en el Conservatorio de San Pietro a Majella bajo Vincenzo Vitale, de donde se graduó con distinción, además de conseguir un diploma en Composición y Dirección en el Conservatorio "Giuseppe Verdi", de Milán, donde estudió bajo la dirección de Bruno Bettinelli y Antonino Votto. Su biografía publicada en el sitio “www.riccardomutimusic.com”, señala que la primera vez que Muti atrajo la atención de la crítica y el público fue en 1967, cuando se le concedió por unanimidad el primer lugar en el prestigiado concurso "Guido Cantelli" para directores de orquesta. Al año siguiente fue nombrado director musical de la "Maggio Musicale Fiorentino", una posición que mantuvo hasta 1980, y en 1971 fue invitado por Herbert von Karajan para participar en el Festival de Salzburgo, colaboración que se repitió los siguientes 40 años. Durante los años 70, Muti fue director musical de la Filarmónica de Londres (1972-1982), mientras que de 1980 a 1992 heredó el cargo de director musical de la Orquesta de Filadelfia, Eugene Ormandy. Su llegada como director musical del Teatro de la Scala fue en 1986, en sustitución de Claudio Abbado. Bajo su dirección se llevaron a cabo importantes proyectos como el Mozart-Da Ponte Trilogy y el Ciclo Wagner Anillo. Junto a los clásicos del repertorio, incluyendo piezas de la escuela napolitana del siglo XVIII, así como óperas de Gluck, Cherubini y Spontin. Su largo periodo como director musical de La Scala culminó, sin embargo, tras la reapertura del teatro restaurado con Antonio Salieri "Europa Riconosciuta", el 7 de diciembre de 2004. Fue en 2005 cuando Muti presentó su dimisión a través de una carta dirigida a Gabriele Albertini, presidente del Consejo de Administración de la Fundación Teatro Scala, y al resto de la junta. En la misiva, Muti explicaba que su decisión se debía a "la hostilidad manifestada de forma evidente por las personas con las que he trabajado durante casi 20 años", según reportaron medios internacionales. A Muti le criticaron sobre todo “llegar con prioridades del pasado y la intención de resucitar los tiempos de Karajan, y también "crear a su alrededor un grupo de músicos jóvenes como hizo Toscanini", director con el que se le ha comparado por su genialidad. De acuerdo con la biografía de una famosa enciclopedia colaborativa, de 2007 a 2011 fue director musical del Festival de Pentecostés de Salzburgo, en el que se centró en la recuperación de óperas de compositores napolitanos del siglo XVIII. Posteriormente, en colaboración con el Festival de Ravena y el Teatro Real de Madrid, ha continuado con esta labor, principalmente con las obras de Saverio Mercadante, dirigiendo a la Orchestra Goivanile Luigi Cherubini, fundada por él mismo en 2004. Para 2010 debutó tardíamente en el Metropolitan Opera de Nueva York, con "Attila", de Verdi, y se hizo cargo de la Orquesta Sinfónica de Chicago, de la que actualmente es director. Entre los premios que ha recibido se cuentan el Premio de la Fundación Wolf de las Artes de Jerusalén, la Orden al Mérito de la República Italiana en 1990, la Legión de Honor francesa en 2010, el Premio Príncipe de Asturias de las Artes de 2011, y es miembro honorario de la Royal Academy of Music.
La Voz de Michoacán
