Director Everardo disfruta de los riesgos de su trabajo

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Guadalajara, Jalisco.- En el documental Everardo González encuentra la oportunidad de atestiguar hechos que poca gente puede vivir, sin embargo está consciente de que ante los riesgos se deben tomar en cuenta ciertos protocolos para no cometer errores.

En entrevista el director del documental "La libertad del diablo", que forma parte de la selección oficial del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), sostuvo que, como en la vida, su trabajo siempre conlleva riesgos, pero eso lo hace sentir que vive una vida interesante.

"Hay que cuidar a la gente que va aparecer a cuadro, al equipo y hay que buscar a las fuentes correctas. Siempre hay que trabajar con protocolos, el riesgo es acercarse a estas historias de manera muy inocente", refirió González quien en su más reciente cinta expone historias de víctimas y victimarios de la violencia.

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De acuerdo con el creador el reto de esta cinta, cuyo estreno internacional fue en Berlín, donde obtuvo el premio Amnistía Internacional a Documentales, fue lograr empatía entre el espectador y los personajes cuyos rostros estaban cubiertos.

"Era una preocupación que el espectador se desconectara porque estaba poniendo cierta distancia frente al testimonio al cubrir el rostro de quienes hablaban, por eso le aposté a la mirada de quienes hablaban y creo que se logró, me dice que sí está en la mirada donde se provoca en general la empatía".

Aunque reconoce que fue raro que los testimonios utilizaran máscaras, compartió que fue un acierto ya que ayudó a que "tuvieran una especie de auto confesión, que sintieran que hablaban en voz alta para ellos mismos.

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"Y se generó toda una especie de dispositivo; por ejemplo, había un telón entre ellos y yo, ellos no me miraban a mi y eso por lo menos da una sensación de que estás solo hablando contigo mismo.

"El testimonio creció a nivel emocional. Nunca hubo quien se resistiera, a mí me preocupaba mucho que se vieran con ese rostro, pero había que intentarlo y resultó en una especie de liberación", agregó.

González, también director del documental "El Paso", aseguró que en esta película el espectador es testigo de la catarsis de personas que han sido víctimas o victimarios, por lo que espera también provocar catarsis en quien la ve y eso ya es interesante en el cine.

Para el creador, ser testigos de primera mano de cómo alguien hace catarsis y cae en cuenta de las atrocidades cometidas es un privilegio, porque se descubre que pese a lo atroz hay emociones nobles que pueden ser rescatadas

Incluso, dijo, "hace ver que todos seriamos capaces de hacer atrocidades, sólo basta que nos empujen lo suficiente".

"No es que yo sea generador de conciencia, pero creo que vale la pena recordar que esto existe y que nosotros permitimos la impunidad", apuntó Everardo González, quien afirma que el cine es un generador de reflexión.

Sobre el futuro del documental, indicó que obtuvo el premio de Distribución de Cinépolis, por lo que espera que ha finales de 2017 tendrá su corrida comercial.