Insisten en ser atendidos en LC; van a la CEDH

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Carlos Casillas/La Voz de Michoacán

Lázaro Cárdenas, Michoacán.- Derechohabientes del ISSSTE que demandan que el servicio de hemodiálisis se les otorgue localmente acudían ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos al considerar que su derecho a la salud está siendo violentado.

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Luego de dos días de protesta “pasiva” en las afueras de la clínica Ricardo Flores Magón, donde reciben atención médica, aunque el servicio de hemodiálisis lo reciben en Uruapan y ahora pretenden ser canalizados a Apatzingán, los  pacientes advirtieron que ante la falta de respuesta de las autoridades hospitalarias y delegacionales acudirán ante esa estancia a que haga las recomendaciones necesarias en favor de su salud.

Pacientes, sus familiares y la dirigencia de profesores democráticos locales han insistido en que debe instalarse aquí el equipo necesario para el procedimiento médico que necesitan los casi 70 enfermos o en su defectos ser canalizados a alguna clínica local que les otorgue el servicio adecuado, pues han advertido que fuera de aquí son atendidos solo por enfermeras y no por nefrólogos, lo que incrementa los potenciales riesgos.

Explicaron que los traslados foráneos conllevan riesgos  y no se trata de no exponerlos a ellos, con lo delicado de su salud a que todavía puedan empeorar, se trata de que estén pisoteando los derechos de estos contribuyentes y de esta gente que ahora que ocupan que alguien vea por ellos, les dan la espalda.

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Ante la situación precaria que sufren los pacientes que requieren del servicio de hemodiálisis y diálisis peritoneal han  al director de la clínica, Gabriel Ramírez Garzón, gestione ante la Dirección Nacional subrogar el servicio en esta ciudad debido a que la empresa que realiza el servicio en Uruapan no cuenta con médico responsable.

Explicaron que otro motivo de la demanda es que  el servicio en Uruapan está saturado y la nueva autoridad clínica planteó la necesidad de contar con una segunda opción, mandarlos a la ciudad de Apatzingán.

La diálisis en el servicio privado llega a tener un costo de un mil 600 pesos por sesión y a la semana se requieren varias sesiones por paciente. Los quejosos demandan que la empresa a la que subrogan el servicio traiga los equipos a Lázaro Cárdenas, o contrate el ISSSTE el servicio de las clínicas locales que tienen este servicio.