Suspendido, el ‘padre Goyo’

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Video: Cortesía.

padre goyoApatzingán, Mich.- El padre Gregorio López Gerónimo está suspendido por seis meses de su ministerio por el Obispado de Apatzingán, pues confundió su liderazgo espiritual, en popular y tendrá que decidir sobre su futuro dentro de la Iglesia Católica, confesó el recién ordenado obispo de la Diócesis, Cristóbal Ascencio García, quien fue enviado por el papa Francisco para lograr la pacificación de la Tierra Caliente, en donde se debe “revertir la deshumanización”, quien advirtió que no viene a “hacer la guerra”.

En entrevista exclusiva para La Voz de Michoacán, el obispo de Apatzingán anticipó que dialogará con el “padre Goyo” para conocer sus ideales sacerdotales, y preguntarle si quiere continuar siendo pastor, promover la paz, la unidad y alentar a la esperanza pero desde el Evangelio, de ser así, “será bien recibido”, de lo contrario, advirtió que López Gerónimo deberá ir decidiendo, aunque aclaró que es sacerdote “y eso nadie se lo quita”. La suspensión la giró Miguel Patiño Velázquez, quien la semana pasada le cedió la estafeta a Cristóbal Ascencio García.

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Gregorio López en estos momentos se encuentra en los Estados Unidos en donde ha encabezado una serie de movilizaciones y ha hablado fuerte para lograr la excarcelación de los líderes del movimiento de autodefensas y “en su gira” también ha ofrecido ponencias magistrales en prestigiadas universidades; él no ha dicho nada sobre su suspensión, sin embargo, en reiteradas ocasiones ha alzado la voz en contra de la delincuencia organizada, y se autollamó “padre rojo” por ser desobediente de las reglas de la Iglesia Católica.

En la sede de la Casa del Obispo, Ascencio García no descartó levantarle el castigo impuesto por su antecesor debido a su desobediencia, sin embargo, todo dependerá de la conducta que desee asumir a partir de ahora el “padre Goyo”. Adelantó que buscará acercarse a él, “para verlo, escucharlo, conocerlo, y saber qué es lo que está haciendo en estos meses sin ejercer su ministerio y ver sus ideales, y si son ideales sacerdotales, pues adelante”. Comprometió hacerlo en estos días.

Reconoció que urgen más sacerdotes jóvenes para lograr “apacentar” a la región de Tierra Caliente, misma que sólo conocía por la información que se difundía a través de los medios de comunicación, pero requiere de reconciliación. “Esta Diócesis requiere de sacerdotes que quieran prepararse para la vida, para cubrir a un pueblo tan grande, tan disperso en comunidades y ser sus pastores”, expresó el obispo de Apatzingán, quien tiene bajo su tutela a 60 sacerdotes diseminados en 27 parroquias.

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Gregorio López originario de una comunidad rural en la serranía de Tancítaro encabezó la conformación del Consejo Ciudadano para la Recomposición Integral del Tejido y Orden Social (CCRISTOS) a fin de liberar a los pueblos de la Tierra Caliente de los Caballeros Templarios; ésta organización criminal secuestró a un hermano y él personalmente se los arrebató. El “padre Goyo” arropó la incursión de los grupos de autodefensa a Apatzingán, bastión de “El Chayo”, Nazario Moreno González. Apoyados por el Ejército Mexicano y la Policía Federal comenzaron la desarticulación de la célula que operaba en la región.

Desde ese momento, la Iglesia representada por Miguel Patiño Velázquez se deslindó de las movilizaciones y de las protestas que encabezó Gregorio López, a quien incluso se le llamó la atención y fue exhortado en varias ocasiones a desistir, sin embargo, él mantuvo el protagonismo y advirtió que seguiría ejerciendo presión social, aún y cuando le levantaran un castigo, mismo que finalmente le fue impuesto. Patiño Velázquez también alzó la voz a través de un par de misivas que publicó a través de la Conferencia del Episcopado Mexicano en donde denunció la crisis de seguridad que vivía la región.

El “padre Goyo” incluso ofició misas con chaleco antibalas, mismo que el recién ordenado obispo de Apatzingán descartó usar, y aseguró que irá a todas las comunidades a fin de estar cerca de los feligreses. Se puso como meta cinco meses para recorrer toda la Diócesis.

Ascencio García, oriundo de Ciudad de los Lagos Jalisco, asegura que asume la encomienda del papa Francisco “con mucha alegría”, pues ha encontrado a un pueblo honesto, sensible y que necesita atención. “Por algo a mi me nombraron obispo y asumo el reto de ayudar a la pacificación de este pueblo, y lo lograremos sólo si trabajamos todos juntos. Es un pueblo que necesita mucho de la palabra de Dios”.

Es la primera entrevista que ofrece Cristóbal Ascencio García, tras su nombramiento y ordenación como obispo de Apatzingán. Destacó que está muy contento de transmitir la palabra de Dios y de predicar: mi misión es estar en menos de cinco meses en todas las parroquias de la Diócesis.

¿Cuáles son sus metas en esta Diócesis que ha sido asolada por la delincuencia?

Mis tareas son ser pastor, padre, hermano, amigo, el que consuela, el que anima, el que anuncia sobre todo la buena noticia del Evangelio; el que anuncia a todos que Dios nos ama y quiere el bien de todos, mi tarea es esa. Ser pregonero de la buena noticia y desde luego orar por este pueblo, por esta Diócesis, principalmente es eso; anunciar y orar implica también apacentar, animar los trabajos pastorales de esta Diócesis, trabajos pastorales que no solamente llevan los sacerdotes y religiosas, sino también los laicos comprometidos por el bien de sus hermanos, es decir coordinar y animar la tarea pastoral, para apacentar y llevar a nuestros hermanos por los caminos de la vida, de la paz, de la alegría, de la esperanza.

¿No le teme a esta región?

No tengo por qué temer a esta región, me siento igual que en mi tierra San Juan de Los Lagos, mi Diócesis, sin ningún temor porque no vengo a promover la guerra sino la paz, no vengo a poner a unos contra otros, sino a invitar a la reconciliación y a que todos vivamos la fraternidad...si viniese yo en son de guerra, quizás habría porque temer.

¿Qué tan complicado podría ser la reconciliación cuando se vivieron momentos complicados que entre hermanos se podían matar?

Yo creo que humanamente, la tarea aparece casi imposible si contamos sólo con las fuerzas humanas, la tarea se vuelve inalcanzable, pero si contamos como hombres de fe, un servidor y todos los que creemos en Jesucristo, hombres de fe y de esperanza, sabemos que la fe mueve montañas, sabemos que la fe cuando dejamos que viva en nuestro corazones, puede hacer de lo imposible, lo posible, eso es lo que yo creo…por eso trabajo y por eso acepté bien venir, por fe acepté venir a esta querida Diócesis.

¿Buscaría que se excomulgara a quienes han matado y violentado como llegó a ocurrir frecuentemente?

Esto habla de un grande grado de deshumanización, estar perdiendo lo que nos caracteriza a los humanos, la sociabilidad, el hacer el bien como hermanos, desde luego esto es algo que difícilmente se entiende para el común de los mortales, cuando se llegan a dar estas actitudes de muerte, son actitudes que dañan a la sociedad, a las familias, a las personas…es casi inconcebible para la mayor parte de los humanos, es inconcebible, quiere decir que si hacían eso a sangre fría, hace falta algo, está hablando de una carencia, hace falta amor, sensibilidad hacia el bien de las personas, hace falta pensar en el sufrimiento del otro, no sólo de la persona atormentada sino de las familias, esposas que quedan sin esposo, madres que lloran a sus hijos, hace falta sensibilidad.

Padre, ¿los excomulgaría?

Yo no soy quién para excomulgar, existe el Código de Derecho Canónico que son las normas en la Iglesia, ya existen las normas en concreto de los delitos que merecen una excomunión para las personas, los delitos que merecen …….El obispo no tiene la potestad para excomulgar, tiene que adecuarse a la legislación que ha dado el papa y desde luego a la legislación de los obispos de una provincia o de una región, yo personalmente no puedo excomulgar sino de alguna manera conocer las normas pero yo no quiero excomulgar a nadie, que aprovechemos este medio, quiero lanzar las redes en el nombre del Señor para pescar, para lanzar la salvación a los hermanos que esto han hecho y decirles que el Señor les espera con un corazón arrepentido, que el Señor no quiere que alguien se pierda, el Señor quiere que todos nos salvemos, todos somos hermanos.

¿Cómo le hará para ayudarle a la religión Católica para poderla reposicionar ante la sociedad como una institución de confianza?

Mi finalidad no es devolverle a la religión Católica la confiabilidad, eso no lo voy buscando, voy buscando servir para la sanación de los corazones, me interesan las personas que están sufriendo, lo demás vendrá por añadidura, me interesan las personas, no me interesa darle una popularidad a la Iglesia, ni a mí mismo, me interesa el bien real de las personas, eso es lo más interesante. La persona que sufre, darle una palabra de aliento, invitarle a que se acerque a Dios para que sane su corazón, a ella y a todas las personas a quienes han o están haciendo el mal y a los que están sufriendo, es lo que voy haciendo de mi corazón, un corazón donde quepan todos porque estoy muy convencido que es el camino de llevar la paz a todos y aprovecho este medio para lanzar la invitación a todos a que no nos olvidemos de que somos humanos, personas, no animales sino personas y además quienes hemos recibido el bautismo, los sacramentos, la gracia del Señor y que somos hijos de Dios, hermanos de Jesucristo, somos hermanos recuperemos la fraternidad que hemos ido perdiendo.