Tlalpujahua, el pueblo de la eterna Navidad (video)

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Foto: Archivo. La producción de esferas es una actividad tradicional en la localidad enclavada en el Oriente de Michoacán.

Notimex/La Voz de Michoacán

Tlalpujahua, Michoacán. Pueblo Mágico considerado la cuna de la esfera es Tlalpujahua, municipio que se dedica a la elaboración, venta y distribución a toda la República Mexicana de las esferas navideñas, algo que llena de orgullo a los artesanos de este lugar.

PUBLICIDAD

En entrevista con Notimex, Ricardo Albino Sánchez, quien se dedica al soplado, pintado y plateado de la esfera, afirma que este negocio es rentable, a pesar de que se vende sólo en una época del año.

Durante una visita a su taller y tienda de elaboración de esferas, puntualizó que el soplado es una técnica que se utiliza cuando se le va a dar forma a una figura, que puede ser una ola, una campana, puntas para las flores de los medallones, que se colocan en las puertas, etcétera.

PUBLICIDAD

Este lugar se caracteriza por la creación de las esferas, que se pueden personalizar depende al gusto de los clientes. “Aquí nace y se dispersa para muchos lados, mucha gente viene aquí por sus esferas, compran lo que gusten  para sus adornos personales; es la cuna de la esfera, porque aquí todo el mundo adquiere sus preferidas”, platicó.

Contó que él le ha vendido a gente que ha llegado desde Monterrey, Nuevo León, exclusivamente a comprar esferas, o bien, de Querétaro, Guanajuato, León e incluso de Mazatlán, Sinaloa.

La razón por la que visitan este lugar y no otra ciudad es porque en los Centros Comerciales generalmente venden productos “chinos, de plástico, que nunca se van a romper, pero lo que hacemos aquí, todo es de vidrio soplado”.

Evidentemente en Navidad, es el periodo en el que más ventas hay, al igual que en la Feria de la Esfera, que actualmente se desarrolla, hasta el 16 de diciembre, por esto mismo hay varios puestos con diferentes modelos.

Por ejemplo, hay esferas en forma de frutas, venados, canastas para centros de mesa, productos de herrería con este material, para darles un toque especial y así presentar en envases.

El tiempo de elaborar las esferas cambia de acuerdo al tamaño y al modelo, una pieza es relativamente rápido, en un día Ricardo Albino Sánchez hace mil piezas.

En todo el transcurso del año me dedico a hacer esto para que en la temporada tenga qué mostrar, pues son muchos modelos, varios colores, hay que darle toque a cada color, a cada diseño para que se pueda ver bien y ver para que brille y se matice bien”.

Un riesgo constante es que se rompan, de cada mil, unas 150 se rompen “porque no todo es perfección, debe de haber una pérdida siempre”.

A mí me gusta meterle calidad a cada esfera que hago, es meterle material para que no sea tan frágil, eso es a lo que nos dedicamos, a hacerlas con calma y darle su diseño a cada una, que sean resistentes para que también los que nos vienen a visitar no se lleven una mala impresión de que se rompen muy fácil”.

La venta por docena es barata: 60 pesos, empacada y lista para llevar, sin que se rompa. En diciembre este artesano cierra su negocio, porque, agrega, no hay ventas; “en octubre y noviembre es cuando hay más venta”.

Para el resto del año, el producto que no se vende, se guarda, porque es un producto que no se echa a perder, resistente y que dura mucho tiempo.

Al preguntarle si después de esto se dedica a otra actividad, respondió que “no, me dedico a lo mismo, a sacar más modelos, figuras e ideas, algo diferente.

Sí es redituable, si me compras alguna y las guardas te puede servir para el siguiente año, porque no se hace fea, sabemos cómo darle su toque al material, para que resista”, concluyó el joven de 24 años, quien trabaja con tres personas más.