Científicos mexicanos extraen azúcar de algas marinas

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Ciudad de México.- Un grupo de científicos del Departamento de Investigación en Alimentos (DIA) de la Universidad Autónoma de Coahuila (Uadec) lograron extraer de las algas marinas mexicanas, el manitol o conocido también como azúcar maná.

El proyecto propone la extracción del edulcorante con procesos 100 por ciento hidrotérmicos con sistemas de calentamiento, como reactores por microondas, conducción-convección a altas presiones y ultrasonido, explicó Daniela Elizabeth Cervantes Cisneros.

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La química farmacobióloga mencionó que la evaluación en los procesos de extracción se realiza en equipos capaces de trabajar a altas presiones, los cuales valoran diferentes condiciones de tiempos cortos, temperaturas elevadas y potencias.

Estos procesos de evaluación, mencionó la investigadora, reducen el gasto energético y optimizan el rendimiento de manitol con el uso de algas de origen mexicano, a las cuales se les aplica agua como único solvente.

La producción de manitol se genera en la actualidad por una reacción química que aplica distintos catalizadores, la cual requiere de un proceso de purificación costoso y difícil de obtener, señaló la investigadora en una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

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“La idea es cambiar el tipo de obtención y conseguirlo a través de una materia prima de forma natural, que solo requiere la liberación de este compuesto y lograr su aplicación en diferentes áreas de la industria alimenticia, farmacéutica y bioenergética”, aseguró Cervantes Cisneros.

La investigadora mencionó que el manitol se puede aplicar a los alimentos como un sustituto de azúcar, por lo que se podría obtener productos que no aumenten la glicemia en la sangre, además sin valor calórico e ideales para pacientes con diabetes.

Dicho edulcorante es un azúcar no digerible con potencial prebiótico, ya que mejora el funcionamiento del sistema digestivo del organismo y puede ser aprovechado por la flora intestinal.

“La idea es valorar las algas mexicanas que actualmente no se utilizan, con la creación de un proceso verde que permita usar y aprovechar estos recursos para el desarrollo de la industria de este tipo de compuestos y su aplicación en distintos productos”, afirmó la investigadora.