Sigue la astronomía mexicana con buen avance, afirma Jesús Galindo

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Agencias / La Voz de Michoacán.
La astronomía en México sigue teniendo un buen avance, aseguró hoy aquí el astrónomo Jesús Galindo Trejo durante la charla "Arqueoastronomía mesoamericana" en el marco de las actividades de la XXXIV Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM) en esta ciudad.

Ante un pequeño grupo de 20 personas, el investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM consideró que arqueoastronomía se ha convertido en uno de los pilares del estudio de las culturas mesoamericanas, pues mediante ella es posible conocer muchos aspectos de su estructura, de su forma de pensar y de concebir el mundo y la vida.

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Refirió que para los pueblos mesoamericanos, el movimiento de los astros y particularmente del Sol era determinante para estructurar su imagen del universo, y con base en ella definían también la orientación de sus ciudades y templos principales.

En su intervención, Galindo Trejo habló además sobre los diferentes astros como el sol, la luna, el planeta Venus, los cometas y constelaciones, muchos de los cuales tuvieron influencia en culturas mesoamericanas como la Olmeca, la Azteca y la Maya, principalmente.

Por espacio de 40 minutos, proyectó algunos códices, vasijas, piedras y esculturas pertenecientes a diferentes deidades prehispánicas y asociadas con los astros.

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Es el caso del Calendario Azteca, la gran piedra dedicada con el rostro de Tonatiuh, el dios del Sol y en donde los mexicas le daban gran importancia al tiempo que era registrado en dos calendarios.

El de 365 días, xihuitl, que era el solar o agrícola, compuesto por 18 meses de 20 días, más cinco días "inútiles" o "aciagos"; y la cuenta de los destinos de 260 días, llamada tonalpohualli, que tenía más bien carácter adivinatorio.

De igual manera, hizo referencia a algunos códices como Bodley, Madrid, Borgia, este último, un manuscrito mesoamericano de contenido ritual y adivinatorio; además del Códice Florentino, otro manuscrito en el que incluye el texto en náhuatl con versión al castellano, a veces resumida y a veces con comentarios, de los documentos que Fray Bernardino de Sahagún recogió de sus informantes indígenas en el siglo XVI.

También, se refirió al planeta Venus, el cual para algunas culturas de Mesoamérica era considerado como una estrella y representado en deidades como Ehecatl, que para los aztecas representaba el Dios del Viento.

Asimismo, abordó algunas constelaciones, fue el caso del zodiaco maya, conformado por un total de 13 signos.