Cierre de la vieja librería Gandhi provoca filas de 2 horas para comprar

La noticia sobre que bajará sus cortinas la tienda de Oportunidades, ubicada en la avenida Miguel Ángel de Quevedo, de la alcaldía Álvaro Obregón, de la Ciudad de México, motivó a cientos de personas a acudir a la sucursal que abrió en junio de 1971 para adquirir lo que sea.

Foto: Twitter.

Agencias / La Voz de Michoacán

Ciudad de México. A días de que la Librería Gandhi confirmara el cierre del local de Oportunidades, ubicado en Miguel Ángel de Quevedo 134, cientos de personas siguen acudiendo para aprovechar el 50 por ciento de descuento en los ejemplares y productos de la tienda.

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A pesar de que estamos en tiempos de pandemia, la fila de personas que buscan adquirir los productos de la librería es larga y termina casi en Avenida Universidad, establecimiento que abrió en junio de 1971, hace 49 años, y que cerrará al público el próximo 16 de agosto.

Foto: Twitter.

Mientras que en Twitter se continúa debatiendo sobre si es un cierre definitivo o sólo se trata de una nueva renovación de la tienda de Oportunidades, la nostalgia o el deseo de cazar una joya literaria, un descuento, un disco, en la calle se forma una gran fila de potenciales lectores o lectores consumados, morros, señores, señoras, portando cubrebocas y con la mirada alerta, para en cuanto se les permita entrar comprar lo mejor y lo que esté al alcance de sus bolsillos.

Foto: Twitter.

En la fila hay alrededor de 200 personas. La sana distancia, que se forma y se diluye cada tanto, no permite hacer un buen conteo. Nadie se organiza, nadie exige 1.5 metros de distancia. Adentro, en cambio, tapete, gel, termómetro, medidas ya aprendidas y cotidianas en grandes espacios. La chica de la entrada se abruma. "¡No pensamos que vendría tanta gente!", dice a un cliente que espera ingresar.

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Foto: Twitter.

La gente tampoco lo pensó. La espera es de dos horas aproximadamente. En el local sólo se permite un máximo de 16 clientes al mismo tiempo, dos cajas abiertas y un reducido personal. La fila sigue creciendo y los empleados deciden moverla al otro extremo, de cara a Insurgentes. Un error, se forma una ola y la distancia se acorta. Nadie reclama.

Con información de El Universal.