Cerveza artesanal sufre trabas

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Foto: Agencias. La aspiración de las nanocerveceras es cautivar a su clientela.

Maricruz Rios / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. A partir de su boom en la década de los 70 en las tabernas inglesas, galesas y escocesas que comenzaron a distribuir esta bebida para alternarla junto con las marcas comerciales, la elaboración de cerveza artesanal se extendió a buena parte del mundo, encontrando un nicho de mercado, tanto de producción como de consumo, muy grande en México y específicamente en Michoacán, sin embargo, los vaivenes del tipo de cambio y la poderosa ofensiva de las cerveceras transnacionales y las artesanales de mayor tamaño ponen en jaque a varios pequeños productores, por lo que han tenido que dejar el mercado casi la mitad de ellos en los últimos años.

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Es en este panorama cabe hacer una acotación. Aún dentro de la producción artesanal de cerveza hay una gran diferencia dependiendo de la infraestructura y la producción total en litros.

El mercado es dominado por las microcerveceras, cada vez menos micro, empresas que con el paso de los años han logrado establecer producciones importantes y logran distribuir en puntos de venta locales y hasta una limitada exportación. En segundo lugar están los “brewpubs”, palabra en inglés que se refiere a aquellos bares que producen la misma bebida que ofertan y al final de la cadena se ubican las nanocervecerías, negocios prácticamente familiares con una producción muy limitada, que suele no rebasar los 150 litros a la semana.

La aspiración de las nanocerveceras es cautivar a su clientela, aumentar la producción y dar el brinco para conformarse como una empresa sólida que pueda ofertar una mayor cantidad de producto en más puntos de venta.

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Decirlo es más fácil que hacerlo y aquí es donde diversos negocios en la ciudad de Morelia y en el estado han desaparecido o mantienen pausas para restablecerse, víctimas de un mercado que cada día se vuelve más difícil de abordar, ya sea por lo caro que son los insumos, por lo difícil de mantener una producción constante, por lo complicado de encontrar un nicho o por los embates cada vez más fuertes de las grandes cerveceras.

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