En la Ciénega “sí faltan dólares”, dicen empresarios y temen que en próximos meses bajen remesas

Empresarios de la región prevén un panorama adverso ante el riesgo de deportaciones y demás restricciones por una crisis en Estados Unidos

Foto, La Voz de Michoacán

José Luis Ceja / La Voz de Michoacán

Venustiano Carranza, Michoacán. Toda vez que cerca de 65 por ciento de la economía regional en la Ciénega tiene su base en las remesas migrantes, la recesión que se prevé en Estados Unidos, derivada de la contingencia de salud a causa del COVID-19, tendrá impactos negativos en la economía local, que quedaría estancada, apuntó Roberto Moreno, empresario de este municipio.

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Señaló que el tema se agravará si se toma en cuenta que la mayoría de los insumos agrícolas de la Ciénega se cotizan en dólares, por lo que se prevé que ante la falta de éstos se agudice la crisis.

Lo anterior, pese a que durante los primeros tres meses de este año los paisanos en Estados Unidos inyectaron a Michoacán 953.4 millones de dólares, una cifra histórica.

Otra vertiente, dice el empresario, es el hecho de que ante la caída de la economía del norte sean expulsados al sur de su frontera millones de trabajadores mexicanos y de otras nacionalidades, lo que vendría a agotar las escasas fuentes laborales en el interior de la República.

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Según el último corte de información en diciembre del año pasado, el departamento de Atención al Migrante en el municipio de Jiquilpan, por ejemplo, estableció que al menos 80 por ciento de las familias de los municipios de esta región cuentan con un familiar en Estados Unidos.

Ante este panorama, Moreno Toro afirma que lo peor está por venir ya que las remesas migrantes, en muchos de los casos, eran las que solventaban los gastos de las tarjetas de crédito de las tiendas departamentales asentadas en la región, lo que generará un incremento de ingresos al Buró de Crédito, y esto se verá agravado por la caída en las remesas, la escasa oferta laboral causada por el decreto de aislamiento obligatorio y la escasa especialización de la fuerza laboral local.

Explicó que si bien es cierto que gran parte de la economía de esta región gira en torno a las remesas, lo más preocupante es que los comercios apuestan a este nicho, esto es, las manufactureras y procesadoras de esta región no se han preocupado por que sus trabajadores se especialicen en alguna actividad.

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“Aquí la gente un día se levanta a cortar cebolla o se va de peón de albañil o a fumigar o a la caña; no hay trabajadores especializados. Un trabajador especializado es más caro y no te va a cobrar lo que cobra un ayudante general; por eso a los empresarios no les interesa capacitar a sus trabajadores”.

Explicó que la paralización de la economía en Estados Unidos ha comenzado ya a afectar a los comercios de esta región; “los comercios están parando no por la pandemia, están parados porque no hay compradores y no hay compradores porque bajaron las remesas”.

Semanas atrás, Luis Magaña, representante de la Organización de Trabajadores Agrícolas Mexicanos en California, anunció que podría darse una importante disminución en el flujo de remesas, ya que ante la contingencia de salud los migrantes requerirían de este recurso para su propia supervivencia; a lo anterior, dijo, se suma la molestia de la comunidad migrante ante la campaña de rechazo impulsada desde los tres órdenes de gobierno contra este sector ante el temor de que sean portadores del virus causante del COVID-19.

Moreno Toro y Luis Magaña coinciden en que el próximo semestre podría ser crítico en materia económica, puesto que después de la contingencia de salud iniciará un lento proceso de recuperación económica, aunque lo ideal, señaló Roberto Moreno, es que las comunidades de esta parte del estado puedan desligarse poco a poco de la dependencia de las remesas.