Caída del petróleo y COVID-19 pegan a economía; sugieren replantear presupuesto federal

El especialista Heliodoro Gil señaló la adaptación del gobierno y la respuesta de la iniciativa privada serán importantes para hacer frente a la crisis.

Imagen: La Voz de Michoacán.

Maricruz Rios / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. La mezcla de petróleo mexicana se desplomó esta semana, y el martes cotizó apenas 10.37 dólares por barril, factor que se suma una cadena de problemáticas en el país que abonan a un escenario de recesión económica para el resto del año, en donde la inversión privada también se pone en duda ante las señales del Gobierno de la República, en donde también se anticipa una recaudación de ingresos y tributaria muy por debajo de lo esperado, además de la crisis sanitaria imperante por el COVID-19, que debería obligar al presidente López Obrador a replantear buena parte del recurso para los proyectos que metió “a chaleco” desde que tomó la Presidencia.

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Así lo considera Heliodoro Gil Corona, coordinador de Proyectos Estratégicos del Colegio de Economistas de Michoacán (CEEM), quien señala que los planes presupuestarios del presidente se están viniendo abajo frente al escenario de la realidad que ya trastoca a la economía mexicana.

El especialista en economía y finanzas públicas señala que será importante la adaptación del gobierno para hacer frente a la crisis, así como la respuesta de la iniciativa privada para mantener vivas las inversiones y los proyectos de desarrollo.

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De acuerdo con su postura, ante el panorama de la caída del mercado del petróleo, con los precios más bajos en los últimos 21 años, proyectos como la refinería de Dos Bocas ya son inviables ante la realidad del país y del mundo, por lo que debería analizarse el redirigir recursos a otro tipo de iniciativas, principalmente las sanitarias ante la contingencia actual por el tema del nuevo coronavirus.

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El panorama, sin embargo, tiene una óptica positiva en el tema de las gasolinas, que seguirán bajando de precio, dice Heliodoro Gil.

“Esto contribuirá a que no haya aumentos en los costos de producción en función de la distribución de insumos y de bienes intermedios”, asevera, lo cual resulta favorable ante la actual crisis sanitaria que ha elevado los precios de algunos productos que se están acabando más rápidamente de las tiendas.

“Eso ayuda a mitigar, a que no haya aumento de precios de manera desorbitada, sobre todo en los bienes manufacturados, en los bienes que tienen transformación, y en menor medida, aunque también lo tiene, en el caso de los alimentos procesados y frescos”, dice.

No obstante que esto ayuda con el tema inflacionario, a que no se desborde, “por el otro lado merma en mucho las finanzas públicas del gobierno federal; esta disminución impactará la recaudación por las fuentes petroleras”. La advertencia es también en el tema empresarial y de inversión, pues en el escenario actual, sin ventas y sin ganancias, sin nuevas empresas ni empleos, la captación tributaria también se vendría a menos.

Hasta el momento el gobierno federal, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, sigue sin tomar medidas mitigatorias en este ámbito. No se han ofrecido condonaciones de impuestos ni de pagos en servicios, ni siquiera una prórroga a la declaración anual de impuestos para personas morales, que venció este martes 31 de marzo.

“Tendrá una repercusión en cadena con los estados y con los municipios, porque recibirán menores recursos por participaciones federales, aún con todo y garantías contratadas para el precio petrolero”, dice Gil Corona.

Esta garantía se trata de un seguro que adquiere Pemex para que, en caso de que el precio de los barriles no alcance su objetivo, la aseguradora cubre una parte, sin embargo, nunca se ha transparentado la cantidad de barriles blindados y es obvio que no cubre más allá de algunos miles.

La Federación calculó su presupuesto 2020 con base en un precio del barril de petróleo en 49 dólares. Con un precio real de no más de 11 dólares por barril, la necesidad de redirigir recursos a la salud pública y la inminente recesión económica que el mismo Marcelo Ebrard, titular de Relaciones Exteriores, reconoció que podría durar un año, para el economista del CEEM es momento de que el presidente evalúe la pertinencia de sus proyectos y la necesidad de redistribuir capital a las áreas donde realmente tendrán un impacto.