Aguas con las compras compulsivas para Navidad

Es importante diferenciar que una necesidad es un gasto del cual no podemos prescindir, como comida, la renta, alimento, vestimenta y transporte.

Foto: Twitter.

Maricruz Rios / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Con la temporada navideña continúa la época de ofertas continuas en diversidad de tiendas y negocios, por lo que para algunos la tentación puede ser muy amplia para seguir consumiendo, adquiriendo productos y apretando severamente las finanzas, por ello la Condusef alerta a saber distinguir entre las necesidades y las compras compulsivas.

PUBLICIDAD

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) reconoce que no está de más darse algún gustito en esta fecha, usar quizá la tarjeta de crédito o disponer una parte de un ahorro, pero la situación se puede volver preocupante cuando la temporada de ofertas se vuelve por fuerza temporada de compras, por lo que emite algunos consejos para evitar caer en el consumismo compulsivo de fin de año.

Contenidos relacionados

La dependencia federal advierte que es importante no comprar compulsivamente sólo por aprovechar las ofertas, puedes deteriorar las finanzas personales esta práctica, sobre todo cuando son gastos sucesivos, como suele suceder en la temporada de ofertas de fin de año.

Para ello señaló que es importante diferenciar que una necesidad es un gasto del cual no podemos prescindir, como comida, la renta, alimento, vestimenta y transporte. Por otra parte, un deseo es algo que puedes o no puedes comprar y no pasa absolutamente nada si dejas de adquirirlo o pospones su compra.

PUBLICIDAD

Algunos ejemplos pueden ser un nuevo modelo de celular, una consola de videojuegos o un par de zapatos si ya tienes varios. La Condusef asevera que no es que los ciudadanos se dejen de dar este tipo de gustos e incluso reconoce que algunos de estos gastos pueden ser útiles, por ejemplo, para desempeñarse mejor con una tableta o un equipo móvil, pero su compra debe ser bien planeada y no sólo hacerlo porque estaba en oferta. Es imperativo entonces plantearse qué es más importante, si darse un gusto o cumplir una meta financiera.

Sólo si no se adeuda y se tienen como cumplidas las necesidades del día es que puede uno recurrir a gastar en un deseo. Otras reflexiones que podemos hacernos es si bien que pensamos adquirir es un capricho, si vale la pena el gasto, si pasa algo si no se compra o si tiene algún beneficio adicional. Ser precavido no quiere decir que dejes de comprar, comenta la Condusef, sino hacerlo de manera responsable y de forma tal que no lesione tu bolsillo o te llene de deudas impagables.