Familias michoacanas huyen de la violencia en Aguililla y Tepalcatepec y los “atoran” en Tijuana

En las últimas semanas se han contado hasta 500 solicitudes de pobladores de Aguililla a las parroquias locales para pedir el asilo político en el país vecino del norte.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Michoacán. Familias michoacanas que huyeron de la violencia en la tierra caliente, se encuentran varadas en la frontera norte del país por efecto de los retenes de las policías migratorias y políticas mexicanas. Luego de abandonar comunidades azotadas por el narco, los michoacanos se han topado con el “infierno” de convertirse en migrantes en su propia tierra.

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En voz del activista y sacerdote Gregorio López Jerónimo, mejor conocido como "Padre Goyo", la situación de discriminación en la frontera envuelve a cientos de Michoacanos que huyeron o que fueron expulsados principalmente de municipios como Aguililla y Tepalcatepec.

El líder religioso lamentó y denunció que lejos de encontrar el respaldo en las autoridades federales, los michoacanos que llegaron a la frontera a solicitar el asilo político se han visto incluso amedrentados, amenazados y discriminados por la política mexicana.

Con base a lo anterior, destacó que este viernes se pondrá en funcionamiento el albergue para michoacanos en la Ciudad de Tijuana Baja California, específicamente en la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe. Con la medida anterior se buscará atender y dar asilo a los michoacanos en tránsito.

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El activista de la región de tierra caliente destacó que la situación de éxodo de la zona de conflicto del estado ha alcanzado su mayor auge en las últimas semanas, por lo que se dispuso junto con los iglesia católica del norte y Activistas a disponer de un refugio a las ya de por sí afectadas familias Michoacanas.

"Estoy preocupado porque hay una avalancha de gente que ha salido por la delincuencia organizada acá de Aguililla, el Aguaje, Chila, la Bocanda, Peña Colorada y les estamos apoyando con cartas de recomendación y de asilo. Me preocupa que es la policía nuestra la que está agrediéndolos y les quitan los vehículos y no los dejan llegar a la garita. Es el gobierno mexicano el que no deja que los michoacanos lleguen a esa ventanilla a buscar ese asilo. Me preocupa de sobremanera porque es una política criminal y antihumana a los más vulnerables", manifestó el sacerdote Michoacano.

En las últimas semanas se han contado hasta 500 solicitudes de pobladores de Aguililla a las parroquias locales para pedir el asilo político en el país vecino del norte. El despojo de tierras, homicidios, secuestros, violaciones, extorsiones y todo tipo de agresiones a la población se han vuelto cotidianas en la región.

A pesar de los operativos destacamentados por las corporaciones locales, la situación no ha cambiado para las cinco comunidades en la zona de conflicto que diariamente encuentran los caminos destruidos por los grupos de la delincuencia organizada.

La región de Aguililla ha sido definida como punto de conflicto entre distintos grupos delincuenciales que se disputan desde el control de narcolaboratorios, recursos naturales, extorsión e incluso actividades mineras a espaldas del vacío de estado advertido por las autoridades.

Con todo el panorama anterior, el Padre Goyo compartió con esta casa editorial una de las solicitudes de apoyo de una mujer que junto con su familia, se encuentra varados en la frontera norte desde hace días con la ilusión de encontrar una vida libre de violencia fuera del país. La víctima narró, como fueron expulsados y despojados por el crimen organizado de su comunidad bajo el riesgo de ser asesinados si regresan.

"Vengo yo, mi hija con dos kilos pequeños y estamos pidiendo una carta de asilo. Estamos en el puente del Chaparral y tenemos días aquí. Desde hace dos meses salimos de Aguililla por la violencia. Queremos que nos ayude... somos discriminados y no podemos y no queremos regresar. Nos desalojaron de las casas, a mi hija y luego mi hija se enferma. No hayamos que hacer, tenemos mucha fé en Dios", manifestó.

Desde la visita del Nuncio Apostólico Franco de Coppola, prácticamente todos los días los caminos que conducen de las comunidades a la cabecera, fueron destruidos y obstaculizados en más de una ocasión, practica recurrente “del cartel” para cortar la comunicación de manera permanente de la demarcación que es considerada estrategia por sus ubicación geográfica.  

Mientras tanto, la postura de las autoridades de Seguridad Pública de la entidad es la misma; niegan que exista un éxodo de población en las principales comunidades como el Aguaje, Potrerillos, Terrero y la cabecera municipal.  

A pesar de la incertidumbre, miedo e incluso condiciones de terror generado por los grupos delincuenciales a la población de la región, las acciones de las corporaciones policiales denunciaron, se han limitado a “rellenar” las zanjas que diariamente cavan con maquinaria los grupos delictivos en la zona.