Michoacán padece crisis de aguas superficiales en la mayor parte del territorio, según el DOF

Michoacán se encuentra entre la entidades del país que cerraron 2023 con mayor déficit en el rubro superficial.

Foto: Víctor Ramírez, La Voz de Michoacán.

Juan Carlos Huante / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Según el Diario Oficial de la Federación  (DOF), más de la mitad del territorio michoacano cerró el año 2023 con déficit de agua superficial y se encuentra entre los estados del país con mayor problemática en este rubro.

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En tanto que en disponibilidad de aguas subterráneas, al corte de noviembre del año pasado, el porcentaje de escasez es mucho menor, aunque también figura en el mapa de entidades que tienen zonas catalogadas con déficit.

Las aguas subterráneas son todas aquellas de lluvia que caen sobre una tierra que puede ser penetrada por algún líquido, que luego descienden lentamente bajo la acción de la gravedad, hasta encontrar un terreno o asiento impermeable. La acumulación de este recurso conforma una capa de agua debajo de la superficie del terreno.

Esta agua fluye en forma permanente en el subsuelo y eventualmente sale a la superficie de manera natural a través de manantiales, áreas de humedades, cauces fluviales o de forma directa hacia el mar. De igual forma, también puede dirigirse artificialmente a pozos, galerías y a otros tipos de captaciones de agua, detalla el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, publicado en 2019 en el sitio web del Gobierno de México.

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CRISIS EN AGUAS SUPERFICIALES

El agua superficial es aquella que corre por cauces o se mantiene en embalses sobre la superficie del planeta. En un territorio particular, el líquido superficial proviene fundamentalmente de la precipitación, aunque en algunos casos se la suma la de ríos que viajan desde otras regiones.

Sin embargo, el agua superficial se pierde debido a que se evapora de sus cauces y embalses, se transpira a través de las hojas de la vegetación o simplemente sale por la vía fluvial. El agua que queda después de las pérdidas es lo que se llama “agua superficial” y que circula por los ríos y puede depositarse en otros cuerpos de agua, presas y bordos, infiltrarse en acuíferos o vaciarse en las zonas marina, destaca la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

En este rubro, estados como Sonora, Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas, Estado de México, Michoacán, Guanajuato, Estado de México, Morelos, Guerrero, Puebla, Tlaxcala, Yucatán, Quintana Roo, Jalisco, Oaxaca y Campeche tienen zonas marcadas en naranja, según la simbología del DOF, que indica déficit de agua.

De estos estados, Sonora, Coahuila, Nuevo León, Guanajuato, Michoacán, Estado de México, Morelos, Puebla, Tlaxcala, Guerrero y Yucatán, son los que presentan mayor desabasto.

De acuerdo con datos del gobierno federal de 2019, México cuenta con una red hidrográfica de aguas superficiales de 633 mil kilómetros de longitud, donde destacan 51 ríos principales por los que fluye el 87% del escurrimiento superficial y cuyas cuencas cubren el 65% de la superficie nacional.

Por su superficie destacan las cuencas de los ríos Bravo y Balsas, y por longitud destacan los ríos Bravo y Grijalva-Usumacinta. Los ríos Lerma y Nazas-Aguanaval pertenecen a la vertiente interior.

Asimismo, se comparten 8 cuencas con países vecinos: Estados Unidos (Bravo, Colorado y Tijuana), Guatemala (Grijalva- Usumacinta, Suchiate, Coatán y Candelaria) y con Belice y Guatemala (Río Hondo).

DECLARATORIA DE EMERGENCIA

En octubre pasado, la “sequía atípica” –así la calificó Alejandro Méndez López, secretario de Medio Ambiente de Michoacán– llevó la administración estatal, encabezada por el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, a declarar emergencia en 90% de municipios, ante lo cual presentaron un plan hídrico de mitigación.

En ese entonces informaron que un mes antes, en septiembre, las presas de la entidad contaban con menos del 50% de su almacenamiento.