Con visos de fracaso y con problemas técnicos, agoniza la verificación en Michoacán

La pandemia de COVID-19, la crisis económica, cierre de verificentros y problema de logística, impactaron al programa ambiental que no alcanzó ni el 30 por ciento de registros de 2019.

Foto: Archivo.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. El programa de Verificación Vehicular arranca su último año nuevamente con visos de fracaso y estacado por problemas técnicos que impiden a los centros establecidos brindar el servicio a la ciudadanía en todas las modalidades y hologramas.

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Al igual que en enero 2020, errores en los sistemas OBD de operación y conexión con la Ciudad de México mantienen fuera de servicio a los seis verificentros que a duras penas sobreviven a la crisis económica.

El compromiso desde el año pasado, cuando se cerraron los centros para concluir uno de los peores años en materia de verificación, era reanudar las activadas a partir del lunes 18 de enero.

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No obstante, información de los propios centros revela que al menos durante todo lo que resta de este mes no habrá emisión de hologramas homologados ni locales y nuevamente se tiene la incertidumbre de si en algún momento el programa podrá operar concierta normalidad.

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La Voz de Michoacán constató por medio de un recorrido en la ciudad de Morelia, así como llamadas telefónicas a los centros, que ninguno de los instalados en la capital del estado se encuentra operativo. El otro denominador común es que no saben cuándo podrán prestar el servicio que alguna vez la Semaccdet intentó volver una obligación.

La respuesta fue la misma en todas las sedes, se teme que sea hasta el mes de febrero cuando puedan iniciar a laborar con normalidad y con apego a las normas sanitarias por la COVID 19 a los ya desgastados económicamente centros concesionados.

No obstante, habría que ver si la pandemia les permita trabajar con regularidad. Fuentes cercanas revelaron que Maru Eugenia Vega Farfán, encargada del programa de Verificación y funcionaria de la Secretaría de Medio Ambiente Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet), en todo este tiempo no ha dado información a los operadores sobre la disponibilidad de los hologramas ni para cuándo podrán reanudar las operaciones de los centros.

Lo anterior, ocurrió de la misma forma durante 2020, cuando los centros entraron casi a finales de febrero por presuntas fallas en los sistemas, así como complicaciones en las entregas de los hologramas; el año tuvo un registro de poco más de 11 mil vehículos verificados.

La pandemia de COVID-19, la crisis económica, cierre de verificentros y problema de logística, impactaron al programa ambiental que no alcanzó ni el 30 por ciento de registros de 2019.

Ricardo Luna García, titular de la Semaccdet, reconoció que el contexto representó un problema para el desarrollo de la política ambiental, por lo que la mayor parte de los registros de verificaciones fueron hologramas homologados, que permiten la circulación de vehículos estatales en la Ciudad de México y entidades de la megalópolis.

Cuestionado sobre el Holograma L, diseñado y legislado para los automóviles michoacanos en las zonas metropolitanas, admitió que fueron los menos en la cantidad de registro generados por los 9 centro que sobreviven a casi 15años de la creación de un programa que ha fracasado en la actual administración.

PROGRAMA NUNCA DESPEGÓ

A 7 meses del relevo de gobierno del estado de Michoacán, la incertidumbre se mantiene entre las familias que durante los últimos 14 años han invertido en el programa de corte ambiental del Gobierno del Estado.

Con inversiones millonarias, deudas y pérdidas económicas, el panorama no se ve alentador para próximos meses. Con la llegada del proceso elec-toral, el relevo de administración y otras cuestiones políticas el futuro de la verificación como política ambiental pende de un hilo, si bien se está contenida en la Ley Ambiental del Estado de Michoacán, será decisión del próximo gobernante mantenerla o desaparecerla toda vez que la Semaccdet nunca pudo implementarla ni contó con respaldo suficiente.

Las posibilidades de los verificentros de mantenerse se vino abajo en este 2020. Se esperaba que el programa se consolidara como obligatorio para que durante el periodo electoral y la transición de gobierno no hubiera afectación directa a sus operaciones.