COVID-19 echa abajo los verificentros de manera indefinida en Michoacán

La contingencia sanitaria les ha obligado a los seis concesionarios que restan en la capital del estado a suspender labores de manera indefinida.

Foto: La Voz de Michoacán.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Vuelven a parar centros de verificación en el estado de Michoacán. Al igual que muchas otras áreas de servicios en la ciudad de Morelia y del estado, los centros cerrarán totalmente sus puertas a partir de este viernes.

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La contingencia sanitaria les ha obligado a los seis concesionarios que restan en la capital del estado a suspender labores de manera indefinida.

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Es de mencionar que, de acuerdo con los mismos concesionarios y usuarios de automóviles, los servicios que prestaban estaban realmente a medias, pues seguía sin poderse expedir el holograma “L”, de la verificación local que pretende imponer la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Territorial (Semaccdet) en Morelia.

Fue a mediados de esta semana que los propietarios recibieron la notificación por parte de las autoridades ambientales.

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En el llamado se evidencia la necesidad de evitar el contacto físico entre personas y proteger, tanto los trabajadores de los centros de verificación como la población en general.

Los centros de verificación ubicados en el oriente michoacano, también fueron cerrados como parte de la medida sanitaria, al no ser considerados una actividad económica o social esencial.

A la par, se destaca que, tanto en el estado de Michoacán como en la capital del país, la Ciudad de México, el servicio se ha suspendido por mandado federal, por lo que incluso los sistemas operativos estarán fuera de servicio al menos durante el periodo de emergencia sanitaria, que se tiene contemplado hasta el próximo 30 de abril.

Fuentes cercanas a los centros de verificación confirmaron a esta Redacción que lo anterior representa un duro golpe económico para los concesionarios, toda vez que desde el primer día del año no han tenido las condiciones operativas por la caída de los sistemas, la falta de hologramas y muchos otros problemas que hasta la fecha siguen sin solucionarse. Este año el programa de verificación ha tenido eternos contratiempos, lo que ya ha impactado en los bolsillos de los prestadores de este servicio.

En Michoacán, la medida de cerrar los verificentros podría considerarse tardía. En la Ciudad de México y entidades que integran la megalópolis, la decisión de cerrar los verificentros se tomó desde el pasado 25 de marzo, previo a que se anunciara la medida de implementar el periodo de emergencia hasta el próximo 30 de abril.

Foto: Cortesía.

Concesionarios locales se han dicho preocupados por el escenario posterior a la contingencia.

El soporte económico por la temporada vacacional y los vehículos que aprovechan el asueto para verificarse, así como el impacto económico a los ciudadanos por la falta de trabajo, reconocen les golpeará de manera directa. La situación, además, representa un rezago importante para el programa estatal de verificación.

Con el objetivo de este año, el cual busca superar los 35 mil automóviles verificados, a la entidad ya habría perdido casi un mes de trabajo en la mayor parte de los centros. Si bien el de Zitácuaro y Maravatío seguían operando con regularidad, únicamente se han verificado 700 automóviles al cierre del primer mes del 2020.

Para que los concesionarios encuentren redituable la operación de los centros, tendría que llevar a cabo al menos 45 verificaciones diarias, no obstante, reportaron para esta casa editorial que en algunos casos han registrado menos de 30 verificaciones por las complicaciones que han tenido en materia de entrega de los hologramas.

La mayoría de servicios que han ofrecidos son para hologramas distintos al moreliano.

No termina por funcionar el programa

Fuentes cercanas a los centros de verificación refirieron también que hay nerviosismo entre los grupos de empresarios que manejan los establecimientos.

En los últimos 17 años, se le ha prometido una actividad comercial sustentable a cambio del servicio, en tanto que las inyecciones de capital que han tenido que realizar en los últimos años se les han ido acumulando en deudas bancarias.

A la tensión económica que les representa el cierre temporal de los centros de verificación en Morelia, se suma la falta del Holograma Local para la circulación en la capital del estado.

A pesar de los discursos estatales, especialmente de la Semaccdet, la implementación de este holograma no se ha restablecido y ya se llegó al cuarto mes del 2020. Incluso, voces al interior del programa temen que, debido a la cercanía del año electoral, ya no se restablezca este documento que se había comprometido como obligatorio para la circulación en la zona metropolitana de Morelia, al ser un posible disuasivo para potenciales votantes, que siguen viendo esta medida más como recaudatoria que como medioambientalista.