Grafiti se ‘come’ Centro Histórico de Morelia

Una propuesta del Ayuntamiento versaba sobre poner multas ejemplares por centímetro cuadrado.

Foto: Samuel Herrera Jr. En pleno Centro Histórico de Morelia, el grafiti es parte del paisaje urbano.

Victor Ramírez / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Los grafitis se han apoderado de cientos de edificios, equipamiento y hasta monumentos. No hay respeto para nadie y muy pocas acciones ejemplares para abatir esta problemática cada vez más grave.

Según el Ayunamiento, los daños ocasionados a edificios históricos pueden deberse a un fenómeno psicológico conocido como “horror vacuo” en el que las personas tienden a cubrir superficies blancas o despejadas.

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Foto: Víctor Ramírez.

También hace referencia a la “teoría de las ventanas rotas”, la cual propone que los daños a un edificio o zona deben ser atendidos, pues cuando se dejan ventanas rotas o daños de otro tipo se pierde el valor de este espacio y es propenso a seguir sufriendo mayores afectaciones.

“Tiene que ver con una inconciencia de la ciudadanía. Los que saben más de este tema hablan de una cosa que se llama “horror vacuo”, que es cuando las personas no pueden ver algo blanco o limpio y necesitan empezar a poner iconos en todos lados, como el refrigerador, que empiezan a pegarle cosas. Si no reconoces el trabajo que les costó a los ancestros es muy difícil que lo respetes”, dice la coordinadora del Centro Histórico, Gauri García Medina.

Foto: Víctor Ramírez.

“Este proceso psicológico también tiene que ver con otra cosa. Si nosotros seguimos dejando pintas, la gente vuelve a rayar en el mismo lugar, se le hace más fácil, respeta un poco menos. Entonces, el sistema es tratar de seguir limpiando, hacer la conciencia ciudadana y seguir pintando porque es como el término de la ventana rota que, si ves un vidrio roto, el otro vidrio roto ya no te preocupa tanto”.

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Una propuesta del Ayuntamiento versaba sobre poner multas ejemplares por centímetro cuadrado pero no afectado. De cualquier forma, actualmente es muy raro ver acciones que ayuden a que el problema no crezca.

Este proceso psicológico también tiene que ver con otra cosa. Si nosotros seguimos dejando pintas, la gente vuelve a rayar en el mismo lugar, se le hace más fácil, respeta un poco menos.

Entonces, el sistema es tratar de seguir limpiando, hacer la conciencia ciudadana y seguir pintando porque es como el término de la ventana rota que, si ves un vidrio roto, el otro vidrio roto ya no te preocupa tanto”. Una propuesta del Ayuntamiento versaba sobre poner multas ejemplares por centímetro cuadrado pero no afectado.

Foto: Víctor Ramírez.

De cualquier forma, actualmente es muy raro ver acciones que ayuden a que el problema no crezca.