Hasta 11 de cada 100 morelianos de 30 a 39 años que se vacunaron tenían COVID-19 y no lo sabían

La Secretaría de Salud afirmó que este foco de infección entre personas de 30 a 39 años se detectó en la reciente fase de vacunación.

Foto: Víctor Ramírez, La Voz de Michoacán.

Héctor Jiménez / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Datos de la Secretaría de Salud de Michoacán (SSM) revelan que 10 o hasta 11 de cada 100 morelianos de 30 a 39 años vacunados en el Polifórum de Morelia y la Ciudad Universitaria resultaron positivos al COVID-19 sin que lo supieran con anterioridad, lo cual implica un foco de infección en la capital del estado y se suma a los casos de personas que ya cuentan con esquema de inmunización, pero aun así también contrajeron el padecimiento. 

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“Del muestreo realizado en los Módulos de Vacunación Polifórum y CU, se desprende que de 10 a 11 de cada 100 adultos de entre 30 a 39 años de edad en Morelia son positivos a COVID-19 y no lo saben, por lo que son transmisores activos de la enfermedad”, se lee en la documentación de la dependencia estatal de salud centrada en el municipio de Morelia. 

Lo anterior también confirma que las jornadas de vacunación representan un riesgo de infección, con sus largas filas, en la que los beneficiarios esperan durante horas sin una sana distancia. Adicionalmente, representa un escenario complicado para la capital, que suma 575 casos activos de la enfermedad y más de mil 630 defunciones acumuladas por esta causa, pero se suma hasta un 11 por ciento de población joven que propaga la enfermedad sin estar consciente de ello por lo que las cifras reales de infecciones activas, pacientes enfermos y riesgo sanitario serían mucho mayores.

Todos los indicadores de riesgo para Bandera Roja están prácticamente dados en la capital michoacana, salvo la ocupación hospitalaria, que se mantiene al 17 por ciento, aunque aumentando según reconocen tanto instituciones públicas como privadas y en donde ha trascendido que incluso hay menores de edad internados de gravedad en nosocomios morelianos.

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Se espera que este mismo miércoles, en reunión del Comité Municipal de Seguridad en Salud, se tomen decisiones que confirmen los protocolos ya establecidos la semana pasada –aforos al 50 por ciento- e incluso los refuercen, como pudiera ser acotar horarios y suspender todas las actividades y puntos de concentraciones masivas, para evitar la transmisión del virus y sus variantes, como la Delta.


VACUNADOS TAMBIÉN DEBEN SEGUIR MEDIDAS

Se agrega, además, el factor de que el número de michoacanos que se han infectado del COVID-19 pese a encontrarse vacunados ha ascendido a 96 casos confirmados por la dependencia de salud, lo cual puede traducirse en casi 800 casos repartidos en todo el estado, considerando a pacientes asintomáticos o no registrados. 

Las cifras más recientes de la dependencia estatal de salud contabilizan 96 casos confirmados de pacientes michoacanos que enfermaron de COVID-19 pese a contar con algún grado de vacunación. Dichos casos corresponden a 56 beneficiarios del biológico de Cansino, 30 de Pfizer, seis de Sinovac y cuatro de AstraZeneca. 

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De esta manera se ha mantenido un aumento sostenido de dichos casos, ya que los primeros dos casos se dieron a conocer alrededor del 26 de junio, ascendiendo a 18 para el 5 de julio, 47 hasta el reporte pasado del 12 de julio y finalmente 96 para el informe más reciente. 

Expertos del sector Salud han reconocido que, detrás de los casos de infectados pese a la vacunación, queda una cifra mayor de casos no detectados porque son asintomáticos o no acudieron a los servicios públicos. En periodos anteriores de la pandemia se estimaba que,   por cada caso confirmado de contagio, se contaban al menos otros ocho que formaban parte de las estadísticas. De tal manera que las cifras reales de Michoacán serían de unos 800 pacientes bajo este fenómeno.  

Los anteriores dos factores se suman para que, tanto vacunados asintomáticos, como población joven que no sabe que está infectada, formen una importante cadena de contagio en la capital michoacana, la cual se encuentra en pleno periodo de vacaciones de verano, con un importante flujo de visitantes extranjeros y nacionales, así como de propios morelianos que acuden a las plazas, tiendas, restaurantes y cafés del centro histórico de cantera. 

Foto: Víctor Ramírez, La Voz de Michoacán.

No obstante, estos factores de riesgo, también destacada que en las últimas dos semanas se ha mantenido estable la cifra de cuatro defunciones entre los pacientes de COVID-19 que ya contaban con un esquema de vacunación. Esto confirma la versión de diversas voces del sector salud respecto a que la vacuna no protege totalmente contra el contagio, pero sí representa un importante beneficio para no enfermar de un nivel de gravedad que lleve a hospitalización o muerte por esta causa. 

Los datos estatales reflejan que, a lo largo de este mes de julio, se han contabilizado 41 defunciones como consecuencia del COVID-19, lo cual implica un aumento de la tendencia que se marcaba en solamente un deceso diario en promedio. Sin embargo, aún implicaban una tendencia estable, considerando los datos de 420 defunciones en marzo, 251 en abril, 139 en mayo y 70 en junio pasado. 

Las autoridades estatales han llamado a la población michoacana a redoblar las medidas preventivas contra el COVID-19, así como también han sostenido reuniones con diversos ayuntamientos para contener brotes y repuntes. Se espera que en próximos días se convoque al Comité Estatal de Seguridad en Salud y al Comité Municipal de Salud de Morelia oficializar medidas más estrictas.


REACCIONES A BIOLÓGICOS SERÍAN TAMBIÉN UN INDICADOR

Vale la pena mencionar que las pruebas de COVID-19 a personas de 30-39 años antes de la vacunación, se dan en medio de versiones de que este sector poblacional ha sufrido mayores efectos secundarios a causa de los distintos biológicos, particularmente AstraZeneca, y diversos expertos consideran que dicha reacción puede deberse, precisamente, a que los beneficiarios habían padecido previamente la enfermedad.

Además, la prevalencia alta en esta edad, se debe a que son personas económica y socialmente activas y que pueden no notar la enfermedad por contar con un sistema inmune que los vuelve asintomáticos, si bien pudiera ser más grave la enfermedad en un eventual recontagio o causar secuelas a largo plazo.