Retoman seguro de daños catastróficos para el campo michoacano

Desde el año 2020, el Seguro por Daños Catastrófico había permanecido suspendido mientras se analizaban supuestas irregularidades y malos manejos detectados en el uso de los recursos.

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Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Michoacán. Con base al alto riesgo de pérdida de cultivos por daños catastróficos relacionados a la sequía, inundaciones, heladas y otros peligros, en Michoacán reanudaron los programas de aseguramiento del sector primario y los productores de temporal.

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Desde el año 2020, el Seguro por Daños Catastrófico había permanecido suspendido mientras se analizaban supuestas irregularidades y malos manejos detectados en el uso de los recursos. En voz de Marx Aguirre, subsecretaria de Organización y Desarrollo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) de Michoacán celebró la reanudación del programa que permitirá dar un respiro a los trabajadores del campo que resulten afectados por los complicados temporales.

Con los esquemas de aseguramiento de la gestión actual se busca apoyar principalmente a los pequeños productores. Por lo anterior se protegerán hasta 5 hectáreas por productor de los esquemas de siembra de temporal y producción de granos básicos como el maíz y el trigo.

No obstante, la póliza es baja: en promedio, el pago por daños se estaría estimando en poco más de 400 pesos por hectárea afectada, por lo que un agricultor con 5 hectáreas de cultivos dañadas o más alcanzaría un apoyo de apenas 2 mil pesos para recuperar costos de semilla, fertilizantes, mano de obra y otras pérdidas que se materializan durante los siniestros.

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Esto es para los que son temporaleros”, argumentó la funcionaria. “Está reactivado en daños catastróficos para maíz y para algunos productos nada más, el monto total es por 400 pesos por hectáreas y lo tendremos disponibles también por temporadas. Es importante dar certidumbre a la producción de todos los ciclos”, manifestó.

Aún sin pérdidas

Es de destacar que hasta el tercer mes de este 2023 no se han registrado pérdidas de cultivos por las altas temperaturas y el creciente espectro de sequía que cubre prácticamente el 100 por ciento del territorio estatal. Desde principios del mes de marzo trascendió que las presas ya se encuentran a menos del 70 por ciento de su capacidad mientras que incrementaron de manera vertiginosa la cantidad de agua bombeada a los sistemas de riego.

No obstante, aún con lo anterior el incremento de los indicadores anormales que alcanzan hasta la sequía extrema siguen generando preocupación para los productores de la región de la Tierra Caliente, Sierra Costa, Costa y prácticamente todo el territorio.

El pronóstico sigue siendo reservado.

Se espera que el fenómeno de “la niña” se debilite hasta el mes de abril y finalmente para mayo y junio comiencen las lluvias. No obstante, se prevé una disminución de hasta un 25 por ciento en los niveles de precipitación para la primera fase.

“El clima es cambiante: se prevé la sequía, entonces se prevén situaciones de buscar que los campesinos siembren en las condiciones más adecuadas. Ahorita se tendría que empezar algún ciclo para marzo y buscaremos sistemas preventivos de riesgo”, dijo Marx Aguirre.

“Tenemos un programa para daños agropecuarios en caso de siniestros y estamos buscando que se prevean”, agregó.

Año con año Michoacán registra millones de pesos en pérdidas económicas por la sequía, lluvias torrenciales, inundaciones, plagas y otros fenómenos para los cuales, no existe contención.

El seguro catastrófico, programa que llegó a proteger hasta 900 mil hectáreas de cultivos durante el año 2018, actividades acuícolas y hasta pequeñas embarcaciones de los factores de riesgo año dejó de existir por la falta de inversión de recurso federal con el cambio de régimen a la autonombrada 4t.

Debido al retiro de fondos federales concurrentes en años pasados para la protección de los cultivos, desde mayo del 2020 y hasta la fecha no existe seguro alguno que proteja a los agricultores.

La inversión se fue reduciendo. Para 2019 luego de que trascendieran los recortes se anunció que para ese año serían apenas 600 mil hectáreas, antes de desaparecer al año siguiente.