Tendedero del acoso sirve más que denuncias, aseguran alumnas de Medicina, en Morelia

Las alumnas manifestaron que no sienten esa confianza, seguridad y respaldo de sus directivos

Foto: Samuel Herrera.

Ana Luisa Sánchez / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. El pasado martes las alumnas de la Facultad de Medicina instalaron el “tendedero del acoso” con el objetivo de visibilizar la violencia de género que viven entre los pasillos y las aulas de la institución, además de exhibir los nombres de sus agresores. Ante esta acción, La Voz de Michoacán realizó un sondeo entre las estudiantes con el fin de conocer de primera mano las quejas y testimonios sobre la violencia física y verbal que, aseguran, se da con normalidad en los espacios escolares, ante la indolencia y falta de confianza hacia los directivos, con protocolos que no terminan por funcionar porque ahí también el machismo sigue presente.

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El común denominador de los casos en esta dependencia de la Universidad Michoacana (UMSNH) fue el ya conocido en estos contextos de violencia de género. Todas las alumnas que fueron entrevistadas manifestaron que al menos una vez han sufrido violencia verbal o de índoles sexual por parte de profesores o han atestiguado casos de compañeras y amigas que la han sufrido, pero por temor a las represalias que se puedan tener deciden no denunciarlo a las autoridades universitarias, así como por el lento y engorroso proceso que representa.

De acuerdo a las jóvenes entrevistadas, aquellas que lo hacen se encuentran con más violencia por parte de las mismas autoridades nicolaitas, a quienes en papel les corresponde atender este tipo de problemáticas. Ante esto, las alumnas no sienten esa confianza, seguridad y respaldo de sus directivos en que las puedan apoyar. Por eso decidieron tomar acciones y realizar el tendedero del acoso “para ser escuchadas y vistas y sacar a la luz, lo que nadie quiere que vean”, expresó Catherine.

En cuanto al protocolo de violencia de género, dudan de su existencia “y si lo hay son “inútiles y no sirven para nada” señalan alumnas.  Así lo narró uno de los testimonios, quien prefirió no dar su nombre, pero compartió en una ocasión se siguió el protocolo: asistió a la Dirección de la Facultad donde recibieron su denuncia con comentarios como “debes de aguantar, esto es lo mínimo en el internado te esperan peores cosas” o justificando la agresión con “eso no importa”. Esta misma proclama está en el tendedero.

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Por su parte Erika, alumna de la Facultad, compartió la situación que vivieron algunas compañeras. “Denunciaron, metieron documentos aquí, pero les dieron muchas largas”. Este tipo de situaciones son a las que se enfrentan día a día las mujeres de la Facultad de Medicina, son acosadas por profesores y si deciden denunciar también son violentadas al realizar los procedimientos que marcan los supuestos protocolos, por lo que el llamado del Rector y la Dirección de la misma Facultad es “absurdo,” dado que “desde quien recibe las denuncias hay un machismo sistemático”, de acuerdo con todos los testimonios recabados.

Por su parte, Fany refirió que “el problema con los protocolos es que no están bien establecidos, deberían de dar cierta información para nosotras saber qué proceso seguir para denunciar”.

Respecto al tendedero del acoso, señalaron que ante, precisamente, la inacción de las autoridades y lo inservible de los protocolos, se volvió un medio para “sentirse, en primera, liberadas, escuchadas, vistas, y pues que ahora sí se tomen las medidas sobre las personas que realizaron esta acción”, dijo Galilea, quien agregó con ello “otras chicas se animaron a hablar, a exponer su caso”.

De acuerdo con Galilea, ella sufrió acoso por parte de un doctor de la Facultad quien la citó en una clínica a solas; “con el tendedero descubrí que pasa muy seguido con ese doctor”.

Pese a los comentarios de compañeros, autoridades inclusive de medios de comunicación nicolaitas como Universitas sobre la acción de que “exhibir sin denunciar no sirve “o “son difamaciones”, desmeritando la pizarra del acoso, las estudiantes de Medicina creen que “los murales, aunque no sea una medida legal, sí generan un mayor cambio”.

Bueno, al menos ahora ya van a saber que cualquiera cosa que digan, cosa que se va a saber y aunque quiten los papeles o aunque traten de desmeritarlo creo que va a reflejar un cambio positivo”, señaló otro testimonio anónimo.

La postura de una alumna de nombre Erika parece enmarcar la utilidad del tendedero: “tan sirvió que ahora el rector en la mañana anunció por fin jornadas de género y puso otra vez atención a un tema que lo estaban archivando”.