Con mensajes en redes, llamadas y promociones, latinos buscan votos para echar a Trump de la Casa Blanca

Un sondeo publicado a comienzos de octubre por el Pew Research Center indica que dos tercios de los votantes latinos registrados tienen confianza en Biden para encarar los grandes problemas actuales de Estados Unidos.

Foto: EFE.

EFE / La Voz de Michoacán

Activistas que han trabajado duro para movilizar el voto hispano en estados clave como Iowa, Michigan o Wisconsin, donde pueden influir en el resultado final de la elección presidencial del próximo martes, realizan el último empuje en la batalla para desalojar a Donald Trump de la Casa Blanca.

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Con mensajes en las redes sociales, llamadas telefónicas, promociones en línea y correspondencia personalizada, mantienen la presión hasta último momento sobre un electorado que no vota frecuentemente, pero que esta vez puede ser el fiel de la balanza para evitar la reelección del magnate republicano.

“No queremos riesgos, somos optimistas, pero no queremos y no vamos a descansarnos en las encuestas”, declaró a Efe Adonis Flores, activista de Michigan Unido, organización que participa en una campaña a nivel estatal para luchar por los derechos de los inmigrantes, la reforma al sistema de justicia y la justicia racial.

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“No vamos a cometer el mismo error de hace cuatro años”, cuando los activistas bajaron la guardia a último momento y permitido que Trump ganara en Michigan por 10.700 votos, menos de medio punto porcentual.

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Según las últimas encuestas, el candidato presidencial demócrata Joe Biden tendría ventaja en los llamados estados “bisagra”, como Michigan, lo que posibilitaría el cambio de rumbo que buscan las organizaciones defensoras de los derechos civiles y de los inmigrantes.

Un sondeo publicado a comienzos de octubre por el Pew Research Center indica que dos tercios de los votantes latinos registrados tienen confianza en Biden para encarar los grandes problemas actuales de Estados Unidos, entre ellos la lucha contra la covid-19 y la crisis económica derivada de la pandemia.

Flores dijo que para esta elección se movilizaron con tiempo en Michigan para captar sobre todo el voto de los jóvenes, con la meta de sobrepasar con creces la diferencia de 2016, y “la gente está votando por el alma del país”, dijo en referencia a las cifras récord que se han obtenido en los votos adelantados y por correo.

Lo mismo ocurre en Ohio y Wisconsin, estados claves donde la mitad de los nuevos electores tienen menos de 30 años, votan por primera vez y “están muy orgullosos de ello”, dijo a Efe el activista Joe Henry, organizador en el Medio Oeste de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC).

En conjunto con otras organizaciones, que aportan voluntarios y fondos, el empuje final apunta a que nadie se quede en casa estos días, ya sea para votar por adelantado, llevar personalmente al correo el voto postal, o salir sufragar en persona el próximo martes.

“Ha llegado el momento de dejar de lado los temores y rencores, y de votar por una nueva dirección”, dijo Henry.

Trump ganó en Wisconsin con un poco menos de 23.000 votos en 2016, por lo que organizaciones como Voces de la Frontera establecieron como meta para esta elección conseguir por lo menos el doble de sufragios en favor de Biden.

Según la activista Christine Newman-Ortiz, la pandemia ha limitado el esfuerzo para llegar de manera más directa a los votantes, pero aun así se apuntó a unos 28.000 jóvenes latinos que votan por primera vez en el área de Milwaukee. De ellos, unos 13.000 se comprometieron a votar por Biden, que según algunas encuestas aventaja a Trump por 48 % a 43 % en Wisconsin, mientras que en otros sondeos la diferencia reciente era de 8 puntos.

“La mitad de esos jóvenes son hijos de indocumentados, que ayudarán a hacer la diferencia”, dijo la activista.

La movilización en Wisconsin consistió en establecer una red de conocidos para registrar y convencer a potenciales votantes demócratas, en un estado donde las reglas cambian rápidamente y es necesario “estar atentos y adaptarse” para estar seguros de que cada voto cuente.

Newman-Ortiz calificó de “juego sucio” la decisión reciente del Tribunal Supremo de los EE.UU., que apoyó el pedido de los republicanos del estado para no contar las boletas que lleguen después del 3 de noviembre, aunque sea culpa del correo o de la pandemia.

En todo el estado habrá grupos de voluntarios en las casillas electorales, “atentos a todo lo que suceda” el martes y para evitar posibles actos de intimidación que busquen entorpecer el voto libre, señaló.