Negocio de la cocaína en América Latina, fragmentado pero en crecimiento, alerta la ONU

El crecimiento de la oferta va acompañado de un aumento constante de la demanda de la droga, tanto en Norteamérica como en Europa

EFE / La Voz de Michoacán

Estados Unidos. La criminalidad vinculada al tráfico de la cocaína en América Latina es cada vez más fragmentada y compleja, con numerosos grupos criminales compitiendo o cooperando por el enorme negocio de una droga que tiene una demanda y una producción récord, según señala Naciones Unidas en un informe difundido este jueves.

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El Informe Mundial sobre Cocaína 2023 precisa que en 2020 se produjeron casi 2 mil toneladas de cocaína de la máxima pureza, lo que equivale al doble que en 2015.

El informe detalla que el cultivo de coca se disparó un 35% entre los años 2020 y 2021, una cifra récord y el mayor aumento interanual desde el año 2016.

La mayor parte de los cultivos de coca se sitúan en Colombia, con 61%; seguida por Perú, con 26%, y Bolivia, con 13%.

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Por otro lado, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) alerta que “la oferta mundial está a niveles récord”, que alude a la expansión de los cultivos de coca y a técnicas más eficientes para convertir las hojas de esa planta en cocaína.

El fuerte crecimiento de la oferta va acompañado de una subida constante de la demanda de cocaína, tanto en América del Norte como en Europa, donde se concentran los 21.5 millones de consumidores habituales de esta droga.

Además, la ONU teme que la producción récord de cocaína pueda encontrar nuevos consumidores en Asia y África, continentes mucho más poblados aún.

Si en esos continentes se llegara a un nivel de consumo similar al de Europa y Estados Unidos, se alcanzarían 55 millones adicionales de potenciales "clientes", advierte la ONU.

Cada vez más grupos delictivos

La desmovilización en Colombia de las FARC abrió el camino a otros grupos, tanto locales como extranjeros, sobre todo de México y de los Balcanes.

En Colombia, la economía ilícita es la base de las operaciones de una miríada de actores criminales, muchos de los cuales surgieron de un conflicto armado político de décadas de antigüedad.

En ese contexto, el llamado Clan del Golfo es la organización criminal más extendida en el país, y algunos medios señalan que tiene capacidad para exportar 20 toneladas de cocaína mensuales.

En México se percibe una fragmentación del panorama criminal, donde actualmente las autoridades han identificado nueve grandes grupos delictivos organizados que incluyen aproximadamente un total de 53 grupos.

La ONU describe la situación como una red de alianzas cambiantes y muy especializadas que cooperan entre sí en función de la situación.

Los cárteles de Sinaloa y de Jalisco Nueva Generación son los dos con más presencia internacional.

En Ecuador, la ONU alerta de la presencia de importantes grupos criminales colombianos, mexicanos, italianos y balcánicos que colaboran con redes criminales locales para expandir sus negocios.

En este contexto de competencia y cooperación entre grupos criminales, el informe revela que proliferan los llamados "proveedores de servicios", es decir, células externas especializadas que prestan sus servicios en toda la cadena de suministro a cambio de un pago o una comisión.