Franco Coppola, el representante del papa que visitó Aguilla, se va de México

El italiano parte a una nueva encomienda encargada por Francisco, ahora en Bélgica; en un hecho histórico, el pasado 23 de abril visitó la población de tierra caliente, donde palpó el escenario de guerra del narco.

Foto: Christian Hernández, La Voz de Michoacán.

Redacción / La Voz de Michoacán

México. Luego de cinco años de ser el representante del papa en México, Franco Coppola, que visitó Aguililla, se va de México para ir a una nueva encomienda.

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El nuevo servicio que prestará Coppola, por nombramiento del papa Francisco, será la nunciatura apostólica en Bélgica, informó la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), quien agradece el tiempo que estoy en el país.

“Agradecemos a S.E. Mons. Franco Coppola por la labor que realizó durante 5 años en nuestro país. Al mismo tiempo lo felicitamos por su nombramiento como Nuncio Apostólico en Bélgica; que Santa María de Guadalupe lo acompañe en su nueva encomienda”, publicó la CEM en redes sociales.

El nacido en Maglie, Italia, en 1957, en abril pasado visitó la diócesis de Apatzingán, ante la violencia, a causa de la guerra de cárteles, que padece la población de Aguililla.

Durante su estancia, el 23 de abril, Coppola dijo que no fue a esa localidad de la tierra caliente michoacana a desafiar a nadie, sino para recordar a los habitantes que no están solos, que la Iglesia está con ellos.

“Vine aquí porque me parecía que era como subir al Gólgota, al lugar donde Jesús fue crucificado, fue matado injustamente, por razones de poder, por gente envidiosa”, manifestó prelado en la misa celebrada en la cabecera municipal.

Ese día, el representante de Francisco se trasladó desde Apatzingán hacia Aguililla, y durante el trayecto, de varias comunidades salieron a su encuentro con pancartas en las que pedían paz.

Pero también hubo un momento en el que la comitiva del nuncio fue acompañada a la distancia por una camioneta con la leyenda del Cártel Jalisco Nueva Generación.

Pasó por el Aguaje, donde se encontró con un pueblo fantasma, en el que se respiraba un ambiente desolador con fachadas de inmuebles rafagueadas, ventanas rotas y nadie que se asomara por ellas, además de pintas en paredes con las cuatro letras del grupo delictivo jalisciense.

Ya en la cabecera municipal, en la celebración religiosa que por un momento se quedó sin energía eléctrica porque presuntamente los delincuentes la cortaron, el nuncio dijo que Facebook bloqueó imágenes que publicó en su cuenta personal sobre el horror que padece Aguililla, pero “este pueblo se conoce en todo el mundo por sus dolores, pero al mismo tiempo por su fe y su valor, por la gente que aquí está reunida por su deseo y anhelo de paz.

No quieren que el mundo vea lo que pasa aquí, pero vamos a inundar México y el mundo de todo Aguililla; para mi fortuna, los medios hicieron que la tragedia se diera a conocer”.

Dijo que consideró visitar esta zona de guerra entre el narco porque le parecía que era como subir al Gólgota, al lugar donde Jesús fue crucificado, fue matado injustamente por razones de poder, por gente envidiosa.

Al respecto dijo que Aguillla está bajo la cruz, pero sus habitantes no están solos, pues los seres queridos que han sido arrebatados (por el crimen) “están más cerca de nosotros, porque viven don Dios, viven con nosotros”.

Sin embargo, la “tensa paz” duró solo unas horas, pues un día después de su visita la carretera Aguililla-Apatzingán amaneció de nuevo bloqueada.

Días después, en declaraciones a la prensa, Franco Coppola manifestó que en Aguililla vio un “escenario de guerra” y concluyó que el Gobierno, la Iglesia y la sociedad deben estar “todos contra el crimen organizado” para resolver la violencia.

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