Eran niños los cuerpos descuartizados que llevaban en un diablito; habían salido a vender dulces

Los menores, quienes ayudaban a sus padres a vender dulces y comida, desaparecieron la semana pasada, hasta que su familia identificó sus restos.

Foto: Twitter.

Redacción / La Voz de Michoacán

Ciudad de México.

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Los cuerpos desmembrados que eran llevados en un diablito por un hombre que fue detenido en la Ciudad de México, corresponden a dos menores de edad de origen indígena que habían desaparecido cuando salieron a vender dulces al centro de la capital del país.

Los menores mazahuas Alán Yahir y Héctor Efraín fueron vistos por última vez hace siete días.

Sus padres, quienes vivían una vecindad ubicada en la calle Pensador Mexicano de la Ciudad de México (CDMX), identificaron ayer sus restos, que fueron recuperados de las manos de un sujeto que los llevaba en cajas de plástico, el domingo por la madrugada, dio a conocer Radio Fórmula.

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Foto: Especial.

Tras su desaparición, la Fiscalía capitalina activó la Alerta Amber para dar con su paradero, sin embargo, se desactivó una vez que se confirmó su identidad.

La madrugada del pasado domingo, un presunto integrante de La Unión Tepito transportaba los cadáveres mutilados de los dos menores en un diablito, dentro de cajas de plástico. Sin embargo, fue descubierto y detenido.

Alán Yahir, de 12 años de edad, y Héctor Efraín, de 14 años de edad, desaparecieron la noche del martes 27 de octubre cerca de las calles Donceles y Allende, en el Cetro Histórico capitalino.

Héctor tenía un celular y el día de su desaparición sus padres le llamaron, pero respondió un hombre desconocido, quien solo dijo, “bueno”, y luego colgó.

De acuerdo con El Universal, el menor de 14 años se enviaba mensajes instantáneos con una joven, que presuntamente es pareja de un vendedor de drogas, a quien pretendía. Las familias de los jóvenes sospechan que fueron asesinados por la relación con la mujer; aunque también existe la sospecha que habían comenzado a vender droga, sin que hasta ahora haya sido confirmado.

Las pruebas forenses arrojaron que Alán y Héctor fueron torturados y mutilados. Ambos estudiaban la secundaria y apoyaban en la venta de dulces y comida a sus familias.

“No tienen enemigos, no se drogan, no están en pandilla, no están en ningún tipo de actividad ilícita”, aseguraron sus seres queridos la semana pasada a la reportera Miriam Moreno para el noticiero “Por la mañana” de Radio Fórmula.

La noche de su desaparición, los jóvenes se vieron a la 21:30 horas, como siempre lo hacían todas las noches, porque vendían dulces en la calle Donceles, sobre Eje Central.

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